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Editorial 361

 


La ignorancia es el peor de los males


Para los griegos, la sabiduría era considerada como una virtud superior. Sólo los sabios podían conocer la verdad y el bien, y, en consecuencia, sólo los sabios podían ser virtuosos. Sólo los sabio poseían las condiciones para producir juicios reflexivos y maduros y superar el error y las pasiones.
La sabiduría (conocimiento) y la virtud (praxis) eran correlativos; no se concebía un sabio que, conociendo la verdad, no fuera virtuoso ni era posible ser virtuoso sin el previo conocimiento de la verdad.


Hoy como ayer, el "conocimiento" es el mayor de todos los bienes y la ignorancia es el peor de todos los males.


Al hablar de conocimiento nos referimos especialmente al conocimiento de los valores, pues, son ellos los que realmente impulsan el desarrollo personal y de la sociedad.


Los conocimientos científicos y técnicos son muy importantes pero no garantizan el desarrollo, y, sin desarrollo, la vida es un fracaso.


La evolución de las especies está determinada por causas genéticas y por la necesidad de adaptarse para sobrevivir. En el caso del ser humano, la evolución está determinada por el conocimiento de la verdad y del bien, es decir, por el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia.
El conocimiento científico es muy importante porque nos ayuda a conocer la naturaleza, a dominarla y a utilizarla en beneficio del hombre, pero se trata de simple conocimiento material, insuficiente para el desarrollo del ser humano como tal.


Se suponía que los grandes adelantos de la ciencia iban a liberar al hombre del trabajo, incrementarían la producción, se reducirían los niveles de ignorancia y de pobreza, habría más justicia social y mejores condiciones de vida; pero la realidad es otra.


¿Cuál es la causa?
Nos hemos centrado en el desarrollo profesional con miras al logro de riqueza y de poder. Los intereses económicos se han impuesto sobre los intereses humanos, sociales, morales y espirituales.


La falta de conocimiento de los valores impide el desarrollo de la conciencia. Y, el desarrollo de la "inteligencia" sin conciencia resulta muy peligroso.


El desarrollo y la felicidad suponen tener conciencia de la verdad y del bien, pero inclusive esto no es suficiente; es necesario realizar la vedad y el bien.


Y ¿Qué es la verdad? y ¿Qué es el bien?
La verdad y el bien son realidades que existen en sí, independientemente de la opinión de las personas. La verdad es la realidad de las cosas y el bien está en el correcto cumplimiento de la verdad. La verdad y el bien se imponen por sí mismos. Si el hombre quiere desarrollarse, triunfar y ser feliz, necesita conocer la verdad y realizar el bien.


Vivimos en un mundo ignorante a nivel de principios y valores, por lo cual abunda el relativismo moral, según el cual, la verdad y el bien, dependen de la opinión personal. En consecuencia, cada persona puede hacer lo que quiere sin responsabilidad alguna.

El ser humano es racional, lo cual implica que está obligado a buscar la verdad y seguirla, si es que desea conservar su cualidad de humano.


Muchas personas prefieren ignorar la verdad, porque saben que la verdad es exigente. Pero así como la ignorancia de la Ley no escusa de su cumplimiento y genera consecuencia penales, del mismo modo, la ignorancia de la verdad genera consecuencias ante la vida. La vida no perdona a nadie. La vida se cobra, aunque la gente no se entere de cúand y cómo se cobra. En esta vida tanto el conocimiento como la ignorancia tienen consecuencias.


En definitiva: Necesitamos conocer el mapa de ruta para no vivir engañados. Necesitamos saber por qué vale la pena luchar para que no nos ocurra como a muchas personas que viven equivocadas...


Hoy como ayer, el "conocimiento de la verdad " es el mayor de todos los bienes y la ignorancia es el peor de todos los males.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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