Editoriales

Editorial 360

 


Mañana será otro día

 

Hay momentos tristes y dolorosos en la vida, cuando parece que todo se acaba sin remedio.
La vida es incertidumbre. La duda, el temor, la traición, el fracaso, la frustración y la muerte son partes inevitables de la vida, unas veces por errores propios, otras veces por causa de los demás y otras veces por circunstancias de la vida. Conscientes de que ésta es una realidad que nos afecta a todos de muchas formas, debemos estar preparados para asimilar los golpes de la vida.
Espera lo mejor pero debes estar preparado para aceptar lo peor.
Las cosas nos hieren, no tanto por el hecho en sí, sino por la forma en que reaccionamos. Cuando entendamos que todo lo que ocurre, es parte de la dinámica de la vida, aprenderemos a aceptar lo inevitable en vez de rebelarnos inútilmente. Esto no significa aceptar las cosas de forma pasiva. Significa que, después de hacer todo lo posible, debemos olvidar y seguir adelante.
Las personas están atrapadas en demasiados recuerdos negativos que constituyen una carga pesada que les impide avanzar hacia el futuro.

Necesitamos avanzar en nuestros proyectos, por encima de todas las cosas. Lo peor que podemos hacer es detener la marcha.

Los fracasos y las frustraciones son necesarios para aprender y madurar. Los fracasos son escaleras que al sabio lo elevan al éxito y al necio lo hunden en la ruina.

Los fracasos no son agradables pero enseñan mucho. Si analizas un poco tu vida, comprobarás que lo que hoy eres se lo debes a personas buenas que te han estimulado y apoyado (Recuerda con frecuencia a estas personas porque su recuerdo es fuente de energía y de alegría y siguen siendo un estímulo para superarte) y también lo debes a aquellas personas que te traicionaron y que, en cierta forma, fueron tus "enemigos". Ellos te obligaron a abrir los ojos, a ser más previsor y prudente, a capacitarte y a fortalecerte.
Las personas que triunfan no son superiores a ti, son personas como tú, que un día tomaron la decisión de triunfar.
Si lees la vida de los grandes personajes, de los grandes triunfadores, verás que tuvieron muchas dificultades y fracasaron muchas veces, pero nunca perdieron la fe. La fe inquebrantable y la perseverancia es lo que hace la diferencia entre los que triunfan y los que fracasan.
Para los triunfadores siempre hay un mañana, siempre hay otra oportunidad porque se apoyan en sí mismos y no en los demás.
"Mañana será otro día" Esta frase de la película "Lo que el viento se llevó" me ha inspirado este tema. La película se refiere a la "Guerra de Secesión" de los Estados Unidos, que enfrentó al Norte contra el Sur.
Terminada la guerra, la protagonista de la película, Scarlett O’Hara, regresó a su casa, con la ilusión de abrazar a sus padres, hermanos... pero sólo encontró desolación, la casa destruida y los campos convertidos en un erial. Puedo gritar, llorar... pero no. Tomó un puñado de tierra, la lanzó al viento, miró al cielo y dijo: "Mañana será otro día" Poco tiempo después los campos volvieron a florecer.
La vida sigue impertérrita su camino y tú puedes detenerte a llorar tus fracasos y a rumiar tus frustraciones o puedes seguir luchando, pensando que "mañana será otro día" y habrá nuevas oportunidades para convertir tus sueños en realidad.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus