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Editorial 359

 


Enfrenta las cosas - Da la cara

 

En la vida hay dos tipos de personas; las que luchan, enfrentan las cosas y asumen las consecuencias de sus actos y las que eluden sus responsabilidades y se esconden o huyen. Son dos actitudes opuestas. La primera conduce al éxito y la segunda al fracaso.
Quienes enfrentan las cosas terminan por aprender a ganar, mientras que, quienes rehúyen la pelea están condenadas a esconderse o huir por el resto de su vida. El problema está en que no existe lugar en el cual esconderse del propio fracaso, ni existe lugar al cual huir porque el fracaso les sigue como sombra pegada a la espalda.

Las personas son educadas para el sometimiento y la supervivencia en vez de ser educadas para el desarrollo, la libertad y la excelencia. Sus esquemas mentales son pobres e inconsistentes, en consecuencia, su autoestima es baja. Esta imagen pobre de sí, hace a las personas inseguras y cobardes. Casi todas las personas viven a la defensiva. Esta situación inhibe el impulso instintivo a crecer, a aprender, a ser libre.
Lo más común es evadir las responsabilidades, funcionar al mínimo, postergar las cosas y esperar que las cosas cambien en vez de luchar para que cambien.
La ignorancia, la pobreza y todas las lacras e injusticias que afectan a la sociedad no son conceptos abstractos, son realidades con nombre y apellido, encarnadas en las personas.
En realidad, quienes echan adelante el mundo son el 20% de las personas más evolucionadas, el resto es muy poco lo que aporta.
La humanidad vive constantemente en proceso de crisis, a nivel social y personal, debido a que no se enfrentan los problemas a tiempo, por falta de previsión, de planificación y de acción, en consecuencia se acumulan deudas con la vida y la vida no perdona.
Los problemas personales y sociales son el resultado de falta de desarrollo, lo cual trae como consecuencia fracaso y frustración.
Cómo enfrentar la vida



"Si vis pacem para bellum"
Si quieres la paz prepara la guerra".
Así reza un antiguo dicho latino.
La vida por naturaleza es lucha. Luchan las plantas por el espacio, el sol y los nutrientes, luchan los animales y luchan los hombres.
Si lees con atención la historia universal, verás que es una serie ininterrumpida de guerras, y, los escasos momentos de paz servían para rearmar los ejércitos y planificar futuras guerras.
El ser humano es guerrero por naturaleza, sin embargo, gracias a la evolución se va imponiendo el poder de la inteligencia y los seres humanos están aprendiendo a dirimir sus diferencias a través del diálogo. Pero la vida sigue siendo una competencia por el control y el dominio de los demás.

Ahora bien.
¿De qué lucha se trata?
¿Qué cosas debemos enfrentar y cómo debemos enfrentarlas?
Tus peores enemigos están dentro de ti. Se llaman ignorancia, pereza, temor, egoísmo, indisciplina, irresponsabilidad, deshonestidad... Estos son tus verdaderos enemigos que pueden llevarte al fracaso. Si logras enfrentarlos con éxito, tendrás libre el camino para lograr todo lo que te propongas, porque al vencer a tus enemigos internos serás sabio, esforzado, seguro, generoso, disciplinado, responsable, honesto... y con estas cualidades ¿Quién no triunfa en la vida?
Muchas personas aceptan la pobreza y el sufrimiento como situaciones naturales de la vida, lo cual es absurdo, pero su pobre desarrollo mental no les permite ver más allá de su mundo sórdido.
A medida que las personas se superan no quieren regresar a situaciones pasadas. Hace poco me contaba la mamá de un joven que asistió a un taller de Súper Aprendizaje Alfa que su hijo le había dicho: "Mamá me siento tan bien que no quiero regresar a como me sentía antes"
Prepárate. Toma el control de tu vida y aspira a lo más alto que puedas llegar. Comienza por ser la mejor persona que puedas llegar a ser. Esta es la mejor forma de enfrentar las cosas y de dar la cara en la vida.

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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