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Editorial 351



Conoce a tus enemigos

 

La ignorancia y la ingenuidad se pagan caras.
Vivimos en una sociedad muy conflictiva, rodeados de muchas personas, unas buenas y otras malas, las cuales influyen en nosotros para bien o para mal.
Las personas emiten vibraciones, buenas o malas; emiten ideas y expresan actitudes e intenciones. Frente a esta avalancha de mensajes que nos llegan de todas partes, necesitamos estar apercibidos para detectar las intenciones y filtrar todo lo que entra a nuestra mente.
Las opiniones y las conductas de las personas, junto con las modas y propagandas, tienen un poder inmenso sobre la mente debido a que son masivas, constantes y sugestionadoras. Sólo las personas con criterios claros saben filtrar los mensajes y logran sustraerse a la influencia de la sociedad. Las demás personas son manipuladas constantemente sin tener conciencia de ello.
De aquí la importancia de adquirir valores y criterios claros sobre los aspectos importantes de la vida. Los valores y criterios desarrollan una conciencia ilustrada que ayuda a juzgar con objetividad el valor real de las personas y de las cosas.
No es conveniente prejuzgar a nadie, pero sí es necesario observar y analizar las ideas, las palabras, las actitudes y la conducta de las personas con las cuales convivimos (padres, cónyuge, hijos, amigos, compañeros de trabajo, etc.), para saber a qué atenernos, porque nuestros amigos y enemigos no están en China, están cerca de nosotros.
"Sed mansos como palomas y astutos como serpientes" Estas palabras impresionan, sobre todo, porque fueron dichas por Cristo, quien predicaba la compasión y el perdón, pero sabía muy bien que hay personas que, como las serpientes, sólo producen veneno y hacen daño a su alrededor.
Hay muchas personas que conviven con nosotros, unas nos estimulan por medio del respeto y del afecto que nos tienen y por el espíritu de superación que nos transmiten; otras son indiferentes, y otras nos perjudican con su ejemplo negativo, con sus ideas negativas o con sus actitudes.
Tal vez nunca hemos reflexionado sobre esta realidad, debido a que forma parte de nuestra vida a la cual nos hemos habituado; pero es importante reflexionar y comenzar a tomar distancia respecto de las personas negativas. No se trata sólo de una distancia física, la cual, tal vez no es posible, sino de una distancia mental
Los peores enemigos no son los enemigos declarados, sino los enemigos encubiertos. De los enemigos declarados podemos cuidarnos. "Guerra avisada no mata soldados" pero no podemos defendernos de los enemigos enmascarados, porque actúan de incógnito y de forma sutil. Estos son los enemigos peligros de los cuales debemos protegernos. Son personas que han desarrollado una habilidad increíble para manipular a las personas y socavar su autoestima. A través de su comportamiento tratan de liberarse de la frustración y de la envidia que las carcome.
Las personas tenemos una conciencia bastante desarrollada para juzgar el valor de las cosas en general, pero nos falta sensibilidad para detectar los mensajes sutiles (ciertas palabras y actitudes, aparentemente buenas o inofensivas, pero que contienen veneno mortal.

Si estás discutiendo con una persona y un amigo se pone del lado de la otra persona, ese "amigo" te tiene envidia, porque debe defenderte o callar.
Si fracasas en algo y un "amigo" te critica en vez de apoyarte, no es un buen amigo.
A la luz de lo expuesto, analiza a cada persona con la cual te relacionas y saca tus conclusiones. Valora a quienes te estimulan al desarrollo y protégete de la influencia negativa de las demás personas. La mejor forma de protegerte es pensar que son mediocres, conflictivas y carentes de criterio, por lo cual, sus mensajes no tienen ningún sentido. Aprende a conocer a la gente. Somos libres de lo que conocemos y esclavos de lo que ignoramos.
Es muy importante observar la expresión corporal de las personas, debido a que la expresión corporal, no se puede manipular, expresa los verdaderos sentimientos de la persona.
Debemos distinguir entre los errores cometidos por ignorancia, por temor, por brutalidad o por distracción. Estos errores son frecuentes y se comenten inclusive entre personas que se aman. No hay que darles más importancia que la que tienen en le momento. Pero existen actitudes, palabras y comportamientos, que son expresión de la realidad profunda de la persona. Pueden expresar afecto y valoración u odio, envidia, desprecio y resentimiento.
A veces es suficiente una sola palabra, una actitud o una mirada para expresar todo el amor o el odio de la persona. "Hay miradas que matan"
Muchas personas están siendo contaminadas constantemente con mensajes negativos. Si tenemos en cuenta que el 90% de los mensajes provenientes de la sociedad son negativos de alguna forma, es conveniente analizar todos los mensajes, vengan de quien vengan. Es necesario aprender a detectar las incongruencias. Y es necesario aprender a filtrar la información. Pero debemos comenzar por analizar y filtrar los mensajes que nos damos a nosotros mismo a través de nuestras ideas, de nuestro lenguaje y de nuestros sentimientos, porque los mensajes más poderosos son los que nos damos a nosotros mismos.

Es fundamental conocer el funcionamiento de la mente humana. De esta forma podemos conocer los patrones que rigen la vida de las personas, es decir, su estructura mental, lo cual nos ayudará a predecir su comportamiento.
Las personas pueden maquillar algunos comportamientos circunstanciales, pero sus conductas fundamentales siguen pautas establecidas y no cambian, debido a que obedecen a hábitos consolidados.
Lo dicho no debe llevarnos a desconfiar ni a vivir a la defensiva. Simplemente debe ayudarnos a comprender que tenemos que estar claros en nuestras ideas y valores; entonces, nuestra mente estará alerta y reaccionará en contra de todo lo que no concuerde contra nuestra visión de la vida.
"Dime qué lees y con quién te relacionas y te diré la clase de persona que eres"


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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