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Editorial 347

 


Hacia dónve vamos

 

Nadie sabe cuál será el comportamiento de la sociedad dentro de cinco años y, menos aún dentro de diez, veinte o más años.


El "efecto mariposa" es un concepto que hace referencia a la noción de sensibilidad a las condiciones iniciales dentro del marco de la teoría del caos. Su nombre proviene de un antiguo proverbio chino: "El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" .

Podemos predecir con exactitud las cosas de las cuales conocemos las premisas y podemos controlar las variantes, pero, cuando se trata de la vida humana no podemos predecir nada con exactitud absoluta, excepto la muerte.


El efecto mariposa pudiera dar la sensación de que somos marionetas en manos del destino y que, no importa lo que hagamos, porque, en un momento dado, puede surgir un imprevisto que dé al traste con todos los esfuerzos realizados.


Teniendo en cuenta que existe el fenómeno mariposa y que puede complicar las cosas a nivel económico, político y social, es conveniente estar preparados y tener reservas a nivel económico, mental y espiritual para hacer frente a cualquier emergencia.

Los problemas que aquejan a la sociedad se deben a que las personas y las instituciones no cambian a la velocidad que exige la evolución. La evolución es un proceso natural que escapa al control del hombre. La evolución se da en el campo biológico, intelectual, social, moral y espiritual.


Cuando las personas y la instituciones no evolucionan al ritmo debido, quedan obsoletas, no cumplen con su cometido y se genera frustración. La frustración se va acumulando y genera tensión. Cuando la tensión se hace insoportable, estalla, dando origen a revueltas sociales, guerras y caos.

 

El caos nos recuerda que todo existe en un proceso dinámico de cambio permanente que se acelera cada día, lo cual exige adaptación y que la mejor garantía para sobrevivir en esta sociedad presidida por el caos y la incertidumbre es ser consistente en lo esencial, pero, a la vez, flexible y creativo.

Las revueltas, las guerras y el caos, generan grandes sufrimientos y pérdida de vidas, de valores, de instituciones, etc. Es el precio que la humanidad debe pagar por no prever y por no cambiar a tiempo. Como la humanidad funciona como un todo, el castigo es para todos.

Aunque parezca increíble, las crisis, las guerras y el caos tienen su armonía y su creatividad, pues, para poder subsistir nos vemos obligados a abandonar nuestras zonas de comodidad, a cambiar de paradigmas y a planificar mejor las cosas.


Según Douglas Hofstaedter: "Sucede que, detrás de una fachada de orden se oculta una clase misteriosa de caos, y, en lo más profundo del caos se oculta una clase de orden todavía más misterioso". Esto viene a decir que muchas cosas que consideramos buenas, lógicas y bien planificadas pueden venirse abajo porque de acuerdo a la dinámica del caos carecen de consistencia y muchas cosas que consideramos negativas puede conducir al final a cambios positivos.

El cosmos es a la vez armonía y caos. La naturaleza es armonía y caos. La sociedad es armonía y caos y la mente humana es armonía y caos. Las fuerzas más poderosas toman el control y marcan las pautas a seguir.


La conducta de cada persona depende de las fuerzas que dominan en su mente.


El caos nos recuerda que todo existe en un proceso dinámico de cambio permanente que se acelera cada día, lo cual exige adaptación, y que, la mejor garantía para sobrevivir en el futuro está en ser consistentes en lo esencial, y, a la vez, ser flexibles y creativos.


Hacia dónde vamos

Cada vez los seres humanos tienen más capacidad para destruir y para autodestruirse, pero, a la vez, también tienen mayor conciencia de los riesgos.

Los niños de hoy nacen más evolucionados, con más inteligencia, más conciencia y más sensibilidad. Con más sentido de la verdad, de la justicia y de la solidaridad. El problema son los padres y los educadores que no están capacitados para educar a las nuevas generaciones. Todo ha cambiado excepto la educación.


La sociedad mediocre, represiva y competitiva tampoco favorece el desarrollen personas libres y creativas.


Basado en mi experiencia educativa de cuarenta y cinco años puedo afirmar que los niños y jóvenes sólo están esperando que alguien les enseñe el camino que conduce al éxito para dar lo mejor de sí.


Están hartos de estudiar conocimientos puramente académicos, sin proyección para la vida. Están hartos de consejos inútiles que no sirven para nada. Están hartos de sentirse frustrados y de no encontrar el sentido de la vida; por esta razón, se refugian en la droga, en la pornografía, en los videos juegos y en tantas otras formas de evasión.


Los adultos, mal o bien, ya tenemos trazado el camino de la vida. El problemas son los niños y jóvenes que carecen de puntos de referencia que les ayuden a encauzar su vida.

Aparentemente, la sociedad vive un proceso acelerado de desintegración en muchos aspectos, debido a dos factores fundamentales: La globalización y la influencia de la información que llega de forma masiva y rápida a todas partes.


Sin embargo, teniendo en cuenta que la evolución preside la vida humana y que avanza de forma irreversible, debemos confiar en que, a medida que pase el tiempo, se irán decantando las cosas y las aguas volverán a su lugar.


La historia y la evolución tienen sus leyes que al final se imponen por encima de la ignorancia y de las locuras de los hombres.


De todos modos, lo importante es, ¿Hacia dónde vas? ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Estás seguro de viajar en el tren que lleva al éxito?


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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