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Editorial 322

 


Por qué actúan las personas

 

Los seres humanos actúan por temor, por necesidad o por interés.

La finalidad de toda acción es lograr objetivos. Hay objetivos que se logran con rapidez debido a que son objetivos sencillos o porque el cerebro ha trabajado en ellos con anterioridad.


El logro de objetivos depende de muchos factores, tales como el interés, la energía, la capacidad, métodos y estrategias, la perseverancia, la creatividad, etc.


El interés hace que el cerebro se enfoque en el objetivo a lograr y produzca mucha energía, concentración y creatividad.


La energía es el elemento esencial de toda acción. Todo se mueve gracias a energía. Cuanto mayor es la energía, mayor es el poder de la acción. Hay cosas que sólo se pueden lograr cuando la persona posee alto nivel de energía física y/o mental. Cuando la energía es escasa sólo se pueden lograr objetivos de poca monta; de aquí la importancia de alimentarse bien, descansar y hacer ejercicio, con el fin de mantener el cuerpo y la mente en condiciones óptimas de funcionamiento.


La sobre actividad, la angustia y el estrés, producen un gasto inmenso de energía, por lo cual, son los principales obstáculos para lograr objetivos importantes.


Las personas deben encontrar la forma de producir y administrar bien su energía física y mental, pues la energía es el motor de la vida.


Cada persona debe conocer su cuerpo y adaptarse a su ritmo. Existen momentos de alta energía, entusiasmo y creatividad que deben ser utilizados para resolver asuntos complejos e importantes. Resulta inútil intentar resolver asuntos complejos cuando la persona se siente cansada o angustiada, pues no están dadas las condiciones de energía, concentración y creatividad y la mala experiencia dejará más cansancio y más angustia. Es necesario tener paciencia y esperar el momento oportuno o crear las condiciones favorables.


Se recomienda no analizar problemas graves en horas de la noche, sobre todo si se trata de problemas personales o familiares, debido a que existe un cansancio acumulado durante el día y queda poca energía mental para encontrar soluciones eficaces. Además la noche está asociada a la oscuridad, angustias, temores, etc. mientras que el día está asociado al sol, a la naturaleza, a la vida, a la esperanza, etc.


Cada día resolvemos miles de problemas sencillos, casi de forma automática, pero la solución de asuntos importantes exige una acción consciente, concentración y esfuerzo.


Los problemas poco importantes están relacionados con la rutina diaria, mientras que los asuntos importantes están relacionados con cambios significativos que genera la dinámica de la vida.


Todas las acciones que realizamos, pequeñas y grandes, son importantes porque nos marcan para toda la vida. Estas acciones contribuyen a fortalecer los hábitos que determinan la dirección de nuestra vida.


A veces ocurre que, por ignorancia o por pereza, actuamos de forma inadecuada y fracasamos. El fracaso indica que estamos haciendo mal las cosas y necesitamos rectificar. Muchas personas fracasan durante toda su vida porque siguen cometiendo los mismos errores y los aceptan como si eso fuera normal. Es fundamental aprender a ser autocrítico y humilde para aceptar los errores y rectificar.


Para rectificar es necesario adquirir criterios claros sobre los aspectos fundamentales de la vida (trabajo, estudio, familia, matrimonio, honestidad, etc) pues así como pensamos, así actuamos. Quien valora la honestidad, jamás tendrá la tentación de ser corrupto y si la tiene, la superará, porque ambas conductas son incompatibles; de modo que, cada persona actúa de acuerdo a sus criterios y valores.


Existen muchos refranes al respecto:

"No esperes peras del olmo"
"La cabra tira al monte"
"Genio y figura hasta la sepultura"
" Dios los cría y ellos se juntan"
"De tal palo tal astilla"
"Dime con quién andas y te diré quién eres"
"El ladrón juzga por su condición"
Por qué ac túan las personas

Cada persona produce ideas, sentimientos y acciones de acuerdo a la clase de persona que es, y, la clase de persona que es depende de dos aspectos fundamentales.


1. De la forma en que ha sido educada. Los años de la infancia son fundamentales debido a que en ellos se ponen las bases de la conducta afectiva, social, intelectual, moral y espiritual. En cierta forma, los padres programan a sus hijos para el éxito o para el fracaso.


2. De la forma en que cada persona utiliza el libre albedrío y la libertad. El ser humano el libre, y, a pesar de la educación recibida siempre puede tomar decisiones personales. Hay millones de personas que han recibido una educación deficiente, y, hasta traumática, pero, han reaccionado y han logrado triunfar a lo grande. También hay millones de personas que han recibido una buena educación y tenían todo a su favor para triunfar, pero, luego se han perdido en el camino.


La sociedad tiene un poder inmenso para manipular a las personas, sobre todo a niños y jóvenes, debido a que ofrece un mundo de fantasía, lleno de placeres y de libertad. El problemas está en que, cuando los fuegos artificiales se acaban, sólo queda silencio, vacío y soledad, y, cuando se dan cuenta, ya han perdido oportunidades importantes de desarrollo y de verdadera felicidad.


Puesto que nuestra vida depende de la forma en que pensamos, necesitamos informarnos en las fuentes de la verdad y de la sabiduría. Existen libros de desarrollo humano, existen personas sabias y existen libros sagrados que, a lo largo de los siglos, han probado contener verdad y sabiduría, pero la gente no tiene interés en ellos, porque la verdad y la sabiduría son exigentes y no tienen tregua con la hipocresía, ni con la injusticia, ni con la mediocridad, ni con la corrupción; por esta razón, la gente los evita, pues, una vez que conoces la verdad estás obligado a seguirla.


De todas formas, la ignorancia de la verdad, no libera de su cumplimiento, y al fina, siempre pagamos las consecuencias de no actuar de acuerdo a la verdad.


Así como las leyes naturales se aplican automáticamente, también se aplican las leyes morales y espirituales. Las leyes morales y espirituales no las impone nadie, son leyes propias de la naturaleza humana.
Quien desafía la ley de gravedad acaba en el suelo.
Quien desafía al fuego termina quemándose.
Quien construye sin base termina en la ruina.
Quien no sigue el camino de la verdad termina extraviado

 

Toda acción física, intelectual, afectiva, social, moral y espiritual generan las reacciones correspondientes. Al final, nuestra vida es el resultado de la cantidad y calidad de toda las acciones físicas, intelectuales, etc. que hemos realizado a lo largo de toda la vida.


Cada persona se construye o destruye a sí misma, poco a poco, cada día.


Las demás personas pueden influir pero es deber nuestro impedir que interfieran en nuestras decisiones, porque, al final, cada uno es responsable de su vida y le va como merece que le vaya.


Si te sientes satisfecho con lo que has logrado en tu vida, te felicito; en caso contrario, revisa tus ideas, criterios, valores, sentimientos y decisiones, porque algo anda mal y necesitas rectificar. Ahora bien, como estás atrapado en una forma de pensar y en una forma de hacer, necesitas adquirir una visión superior de la vida.


Para que las cosas cambien, debes cambiar tú. La sociedad y las personas seguirán igual, pero, si tú cambias, la sociedad y las personas cambiarán para ti.


"La felicidad humana no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días" Benjamín Franklin, científico y estadista estadounidense.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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