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Editorial 319

 


Estrés laboral

 

Cada día son más las personas que sufren de estrés laboral.

Las nuevas tecnologías nos invaden y la
era digital se impone y deja en evidencia nuestra incapacidad humana para adaptarnos a los cambios vertiginosos que se producen en las relaciones sociales, laborales o personales.
A nivel del mundo casi todos los trabajadores viven estresados por una u otra razón. Los niveles de estrés van desde lo aceptable hasta lo insoportable. Se trata de una "enfermedad oculta" que va minando la salud física y mental de las personas, complicando el desarrollo personal, las relaciones familiares y sociales y la productividad.

Una profesional de la medicina me comentaba que cada día acuden a su consultorio empleados aquejados de dolores agudos de espalda, cansancio crónicos, estrés, depresión; cada uno de los cuales le suplica que le expida un permiso de reposo para recuperarse de sus males. Esta situación es grave, sobre todo, porque se trata de jóvenes cuya edad oscila entre los 25 y 35 años, los cuales se supone están en plenitud de salud.

Existen más de 2.000 afecciones relacionadas con el trabajo, que van desde el cáncer por el manejo de sustancias peligrosas hasta molestias musculares debidas a largos periodos en posición corporal casi estática.

También se habla de desgaste profesional, que se caracteriza por un agotamiento físico y mental, bajo rendimiento laboral y pérdida de interés por el trabajo; así como de la adicción laboral, que se ha convertido en una enfermedad u obsesión por el trabajo. Cuando las personas caen en dicha adicción, tienden a deprimirse si no se encuentran desarrollando sus actividades habituales.

El estrés laboral afecta a todos los países desarrollados. En el último año y medio, 23 trabajadores de France Telecom se han suicidado, debido a un plan sistemático de acoso y tortura psicológica, realizado a través de despidos masivos, de traslados injustificados y presiones laborales.


Las causas del estrés laboral son muchas: La competencia, la crisis económica, la ambición desmedida de las empresas, la pérdida de valores, la débil estructura mental y moral de las personas, la falta de fortaleza de los sindicatos para defender los derechos e intereses de los trabajadores, la inestabilidad laboral, la necesidad de capacitación permanente debido a los rápidos avances de la ciencia, la falta de leyes que protejan la seguridad laboral etc. etc.

Como no tenemos control sobre las causas externa, sólo nos quedan dos alternativas: fortalecernos para soportar la presión laboral, lo cual resulta difícil, debido a que la dinámica de las empresas es avasalladora, o bien, buscar otro trabajo acorde con nuestro nivel de funcionamiento, lo cual resulta muy difícil; por tanto, conscientes de que la tensión laboral crece cada día y que las empresas tienden a desparecer, lo más aconsejable es capacitarse con miras a una mayor independencia laboral. Se trata de poner a funcionar la creatividad. Las personas creativas siempre se las ingenian para salir adelante.


El estrés laboral no es el problema en sí, el estrés es sólo una señal de alarma que advierte de que las cosas no funcionan bien. Las causas pueden ser externas o internas. Entre las causas externas tenemos la competencia, etc. y entre las causas internas tenemos la baja autoestima, la poca eficacia, el temor a perder el trabajo, etc. Por tanto, la solución del estrés laboral exige eliminar las causas que lo generan.

Cuál es la solución


El problema real no está en el avance de la ciencia sino en la incapacidad de los seres humanos para adaptarse al ritmo del progreso sin perder el control de su vida.

La adaptación al ritmo del progreso no se logra únicamente con la capacitación profesional, sino con el desarrollo integral de las personas. Las personas son mucho más que conocimiento, trabajo y producción. Las personas son seres humanos que necesitan autoestima, afecto, seguridad, paz, descanso, diversión, creatividad; pero la vida planificada en términos de competencia les niega estos derechos. Este atentado contra la naturaleza humana lo estamos pagando muy caro.

El estrés laboral es la consecuencia final de una vida mal planificada a nivel familiar, educativo, político, económico, social, legal, moral y espiritual.


Cuando las cosas no funcionan, revientan por el punto más débil, en este caso, los trabajadores, los cuales se encuentran solos y desprotegidos frente a empresas todo poderosas y frente a gobiernos indiferentes.


Cuando no existe educación, la sociedad en general, no tiene capacidad ni responsabilidad para producir lo que necesitamos para sobrevivir, entonces, la responsabilidad y la presión recaen sobre el sector laboral.


Cuando no exite gobiernos capaces y responsables, no existe administración ni controles y la crisis económica invade la vida de las personas, destruyendo el empleo, las empresas y la producción, lo cual genera incertidumbre y estrés.


Cuando no existe planificación económica, los empleados y trabajadores se convierten en títeres de un sistema económico arbitrario, por no utilizar otros calificativos.


Cuando no existe conciencia social, "El hombre es un lobo para el hombre" Son palabras de Plauto, hace 2200 años.

 

Cuando no se impone la ley, se impone la barbarie. Las leyes son la última frontera que separa la selva de la civilización.


Cuando las personas no se rigen por la conciencia, no existe fuerza humana que pueda controlarlas.


Cuando las personas carecen de cierto grado de espiritualidad, su vida está más gobernada por los instintos y las pasiones que por la conciencia moral, por lo cual, ya sabemos lo que podemos esperar de ellas.


Puesto que la dinámica de la sociedad sigue avasallando la vida de las personas y no se vislumbran soluciones, quienes deseen sobrevivir, deben encontrar una solución personal.


La solución consiste en elevar las defensas internas (autoestima, capacitación. Criterios claros sobre los aspectos más importantes de la vida. Creatividad, idear alternativas de producción independiente. Lectura habitual sobre temas de desarrollo humano con el fin de elevar la moral.

 

Elaborar un proyecto de vida que contemple el cuidado de la salud física y mental (alimentación, ejercicio y descanso) etc.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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