Editoriales

Editorial 316

 


Pasado vs futuro

 

El devenir es un concepto relacionado con el paso del tiempo.


Los seres humanos siempre se han preocupado por el tiempo que pasa inexorable llevándose todo lo que amamos.


En realidad pertenecemos al pasado, somos pasado. Todo lo que hemos vivido hasta el día de hoy es pasado. El presente es sólo un momento efímero que en un instante entra a formar parte del pasado.


El ser humano tiene el privilegio de vivir a la vez el pasado, el presente y el futuro, debido a que tiene la capacidad de recordar y traer al presente las vivencias del pasado, tiene la conciencia del presente y tiene la capacidad de imaginar el futuro. Memoria, conciencia e imaginación son tres aspectos de una misma realidad, no existe uno sin los otros.

Existen muchas opiniones que dicen que no hay que vivir del pasado. Es un error. Si nos quitaran el pasado seríamos un cascarón vació. El pasado es el "disco duro" que alimenta la mente, contiene toda la información (ideas, sentimientos, experiencias vividos) que sirven de base para la creatividad.


El pasado da contenido al subconsciente. El pasado está activo, es dinámico y vital, es la fuerza que mueve al mundo.

El griego y el latín son consideradas lenguas muertas, sin embargo son la base de la cultura moderna y del progreso. El pasado es como la madre tierra que nutre a todas las plantas. Un pueblo sin pasado o una persona sin pasado carecen de raíces. Los pueblos lo saben y por esta razón buscan en su historia hechos y personajes importantes que les proporcionen sentido de pertenencia y de identidad.


Las personas incultas pueden llegar a quemar manuscritos antiguos para calentarse o tomar las piedras de un monumento del paleolítico para construir un muro; mientras que las personas cultas dedican años de su vida para recuperar resto valiosos de antiguas culturas.


El presente se nutre del pasado. Una persona sin pasado no tiene presente ni futuro, porque carece de base. De aquí lo importante que es asimilar los valores fundamentales de la cultura, como son: el lenguaje, los conocimientos, los valores, las conductas civilizadas, etc.


Muchos "científicos" actuales se sienten ensoberbecidos debido a los grandes avances de la ciencia. Ignoran que los logros actuales son obra de toda la humanidad, desde los primeros homínidos hasta el hombre de hoy. Todo logro importante es el resultado del esfuerzo de muchas personas durante miles de generaciones, pero sólo unos pocos se llevan el prestigio.

Tú que estás leyendo este tema perteneces al 5 % de las personas que tienen el privilegio de leer habitualmente sobre asuntos de desarrollo humano. Puedes tener dificultades, pero, en el fondo, tienes gran valor como persona, de lo contrario no estarías leyendo este tema. Debes sentirte orgulloso de ti, pero, a la vez, debes ser humilde, porque lo que eres se lo debes a muchas personas que te han ayudado. Estas personas están en tu pasado, tal vez no te acuerdas de muchas de ellas, pero sus mensajes permanecen activos en tu subconsciente y te impulsan a ser una buena persona.


La sociedad en su afán de aparentar joven, moderna y actualizada, rechaza todo lo que tiene que ver con el pasado; cuida mucho las formas y descuida los contenidos de valor. De esta forma la amistad auténtica ha dado paso a las relaciones superficiales o hipócritas.


En la mitología latina encontramos que el dios Jano tenía dos caras, una que miraba hacia atrás y la otra que mirabahacia delante . Tenía el poder de ver el pasado y el futuro al mismo tiempo, lo que le permitía tomar decisiones justas y sabias.

Sin duda, los antiguos tenían mucha sabiduría. La finalidad de este mito era enseñar el valor que tiene la historia, la tradición, la familia, la experiencia y los valores para el desarrollo de las personas y para la convivencia de la sociedad, y, a la vez, era una invitación a mirar hacia delante, a pensar y soñar en un futuro mejor.


Jano nos ofrece una enseñanza: no cifrar los sueños tan sólo en el presente, pues nada es duradero cuando se apoya en la fragilidad de un minuto que vuela y pasa.


Para soñar hay que tener buen material de ideales con los cuales conformar las nuevas imágenes. El aporta aporta su rica carga de ejemplos y sapiencia.


Para soñar hay que saber qué es lo que se quiere y adónde se quiere llegar. El futuro es la casa de los sueños y la materia prima para construir los sueños proviene del pasado.


Conclusiones


El futuro lo construye cada persona día a día. Es nuestra estructura mental profunda la que marca nuestro destino. Esta estructura mental reside en el subconsciente y está hecha de ideas, valores, sentimientos, experiencias, éxitos y fracasos que hemos acumulado y alimentado a lo largo de la vida.


En el subconsciente conviven todos estos contenidos, positivos y negativos, y luchan por lograr el control de la mente, al igual que luchan las personas en la sociedad por el control del poder y del dinero. Los contenidos se asocian de acuerdo a su signo o vibración con el fin de sobrevivir y tomar el control. Dominan los contenidos que son más estimulados por la persona.


Los contenidos se alimentan y fortalecen cada vez que la persona piensa en ellos con interés y con el deseo de que se conviertan en realidad. De aquí la importancia de leer y reflexionar todos los días sobre temas relacionados con nuestros intereses, valores y metas. También es importante cuidar la forma en que pensamos, sentimos, hablamos y actuamos, porque los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones modelan nuestra mente.


Haz una lista de los mejores recuerdos de tu pasado y de las personas que más han hecho por ti y recuérdalos con frecuencia, porque ellos fortalecen tu autoestima y tu dignidad y son un estímulo poderoso para seguir superándote.


Y si en tu pasado hay recuerdos dolorosos o hay rencores, debes cancelarlos y olvidarlos, si no quieres que destruyan tu vida. También puedes reinterpretarlos y comprender que, quienes te los causaron tenían serios problemas y ya pagaron con creces por ello.

Vive cada momento con ilusión e intensidad como si fuera el último de tu vida. Si quieres vivir plenamente necesitas integrar el pasado el presente y el futuro. Necesitas ser a la vez niño, adolescente, joven, adulto y anciano. Es decir, necesitas jugar como los niños, soñar como los adolescentes y los jóvenes, amar los retos y tener proyectos como las personas adultas y ser expectador de la vida con la sabiduría que dan los años.


Ten proyectos que te agraden y trabaja en ellos con ilusión.


Lo seres humanos comenzamos a envejecer cuando no tenemos proyectos y cuando perdemos las ilusiones.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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