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Editorial 307

 


Por qué crece la delincuencia y la corrupción

 

Los seres humanos actuales somos parientes lejanos de los gorilas, lémures y chimpancés, sólo que en algún momento de la evolución, el desarrollo humano continuó por un camino distinto y hemos evolucionado hasta el día de hoy. Este es nuestro verdadero pedigrí.


Tenemos una mente evolucionada con ideas, valores y sentimientos positivos que nos ayudan a controlar los instintos y a comportarnos de forma civilizada, pero en el fondo de nuestro interior hay una parte oscura, animal, instintiva y pasional, la cual está reprimida y controlada por los principios aprendidos a través de la educación, pero los instintos animales siguen latentes, buscando la forma de expresarse y satisfacer su impulso.


Los instintos son fuerzas violentas que carecen de toda moral, de modo que, cuando se desatan, arrasan sin piedad con todo lo que encuentran a su paso. Esto explica muchas conductas aberrantes, los crímenes pasionales, las guerras de exterminio, los genocidios, etc.


Los valores hacen que cada persona se controle a sí misma y que sea posible la convivencia social. Una sociedad sin valores resulta incontrolable. Cuando se debilitan los principios y valores surgen los instintos y se impone la brutalidad, la delincuencia y la corrupción.


Las leyes y los valores son la muralla que separa la civilización de la barbarie. Cuando cede esta muralla se impone la ley de la selva.


Venezuela vive un momento de crisis profunda en todos los aspectos. La línea que separa la civilización de la barbarie es muy estrecha y puede romperse en cualquier momento y generar el caos.


Causas de la delincuencia, de la corrupción y de la violencia

 

Un niño que es educado con respeto y con amor, crece sano, espontáneo y sociable; tiene grabado en su mente un sentimiento de bienestar que le envía en forma constante mensajes de seguridad, de autoestima, de alegría, de motivación. El niño tiende a ser optimista, sociable y generoso; sabe ganarse el respeto y el apoyo de las personas y, en consecuencia, le irá bien en la vida.


Si, por el contrario, el niño no recibe suficiente afecto, respeto y valoración; si es criticado, reprimido o maltratado, entonces se graban en el subconsciente sentimientos de soledad, de temor, de impotencia y de angustia. Estos sentimientos hacen que perciba la vida, las personas y los acontecimientos como una amenaza y que tienda a reaccionar de forma violenta. Esta es la causa de la delincuencia, de la corrupción y de todas las lacras sociales.


En el origen de todo problema social está la falta de educación, en la falta de valores, de disciplina, de familia... (No es lo mismo instrucción que educación),


La ignorancia, la pobreza y la injusticia son la raíz de todos los problemas sociales.


Es fácil culpar al pobre y al ignorante de su deplorable estado. Muchas personas no recibieron el impulso inicial para aprender y luchar, por lo que no tienen capacidad mental para resolver su vida.
Otros no recibieron principios ni valores, por lo que no tienen control sobre sus instintos y se convierten en delincuentes.


Dejando de lado la responsabilidad que tenemos todos por el hecho de ser "libres", debemos reconocer que la libertad es un concepto bastante relativo.

La libertad está en ser racionales en vez de instintivos. Lo más importante para ser libre es conocer la verdad y el bien; por eso es tan importante la educación de calidad en conocimientos y en valores. Quienes no reciben una educación de calidad no pueden ser verdaderamente libre.


Cómo resolver la corrupción y la delincuencia.

Todos los problemas sociales que sufrimos se deben a un comportamiento inadecuado y generalizado de la sociedad.


Los delincuentes y corruptos no son extraterrestres, son producto de nuestra sociedad. Tenemos lo que hemos creado. En esta situación todos tenemos alguna responsabilidad.


De poco sirven las leyes si no están acompañadas de conocimiento, actitudes y educación en principios y valores. Todas las leyes del mundo no sirven para controlar a una sola persona si ésta no es capaz de controlarse a sí misma.


Los programas sociales sólo sirven para paliar temporalmente las cosas, pero no resuelven el problema, porque generan personas dependientes. "No le des un pez, enséñale a pescar"


Los problemas verdaderos de la sociedad no son la pobreza, la corrupción o la inseguridad, éstos son sólo la expresión del verdadero problema como es la ignorancia y la falta de valores.

 

De modo que, para resolver los problemas sociales tenemos que llegar a a la inteligencia y al corazón de las personas.


1. Tenemos que recuperar el verdadero funcionamiento de las familias. La familia es el único lugar donde se puede educar en valores; de lo contrario es poco lo que se puede hacer por cambiar la sociedad.


2. Superar la marginalidad. La marginalidad es un obstáculo inmenso, debido a que la marginalidad económica y social están asociadas a la marginalidad mental y moral.


3. Mejorar la educación. La mediocridad de la educación escolar programa a las personas para ser mediocres por el resto de su vida en todos los aspectos.


La mayor riqueza de un país es su gente. Los países con más calidad de vida son los que tienen mayor preparación. Un pueblo culto es un pueblo libre, y, un pueblo ignorante es un pueblo esclavo de sus instintos y esclavo de los intintos y de las ambiciones de los poderosos.


Todo cambio se inicia en la mente. Si queres hacer algo por tu país, necesitas cambiar de actitud y de mentalidad y comenzar a ser parte de la solución.


Es importante tener en cuenta que la gente pobre e ignorante está con las manos atadas y no puede hacer gran cosa por el país, por lo que no podemos esperar que los demás cambien las cosas, la responsabilidad recae sobre las personas más capacitadas.


"Sólo los hijos de la libertad pueden ser los padres de la futura libertad"


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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