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Editorial 301

 


Piensa antes de actuar

 

Hay momentos en la vida en que se cierran todos los caminos y pareciera que el mundo se viene encima. Se agolpan toda clase de sentimientos negativos y una sensación profunda de angustia invade la mente. Son momentos difíciles en los que uno se encuentra sólo frente al destino, con las manos amarradas, sin poder hacer nada.

Todos hemos pasado por alguna situación similar por causa de un fracaso grave a nivel escolar, económico, laboral, matrimonial o de salud. Las personas afectadas quedan en estado de shock, sin ideas y sin capacidad para reaccionar.

 

¿Qué hacer?
Es necesario dejar pasar la tormenta, dejar de pensar en el problema y en sus consecuencias desastrosas para no generar más angustia y para no bloquear el camino a la solución. La mente necesita cierto tiempo para reconstruir las estructuras mentales y encontrar salida a la situación.


Todos tenemos ciertas reservas morales y espirituales que podemos activar a través de la fe, de la oración y de lecturas que estimulan la esperanza. Deberíamos tener algún material ya seleccionado para cuando lleguen estos momentos que nos afectarán más de una vez en la vida.

Es importante pensar que nuestro valor y nuestra dignidad están por encima de los acontecimientos y que todo tiene solución.


Es bueno saber que, a veces un fracaso, es el principio de algo mejor. En todo caos se oculta el principio de un cambio importante. En la vida y en la sociedad, las crisis generan cambios que al final mejoran las cosas. Como es lógico, nadie quiere las crisis, pero son grandes activadores de la evolución y del progreso.


En tiempo de confusión no se debe tomar ninguna decisión. Es necesario apaciguar la mente para poder ver con claridad antes de tomar una decisión. Tampoco es bueno encerrarse, pues la soledad es mal consejero.


Los momentos más angustiosos llegan en la noche, cuando parece que los fantasmas llenan la oscuridad; por tanto, siempre hay que evitar traer a la mente problemas durante la noche porque no podemos hacer nada al respecto. Parece que con la luz del día las cosas aparentan ser menos graves.


El caminar y el contacto con la naturaleza ayudan a relajar el cuerpo y la mente, a desdramatizar las cosas, a drenar la angustia y a ver la vida con más claridad.


También ayuda el conversar con personas maduras y exitosas, ellas transmiten una energía superior y su sabiduría puede aclarar tu mente.


Después de la tormenta viene la calma. Hay que pensar que el dolor y la angustia irán cediendo e irán surgiendo soluciones. El tiempo ayuda a curar muchas cosas. Tanto el cuerpo como la mente necesitan tiempo para reorganizarse.


Hay que evitar culparse o culpar a los demás. Aceptar que la vida es como es y las personas son como son. La única solución inteligente es reorganizarse de nuevo, aprender de lo ocurrido y planificar mejor el futuro.


En todo fracaso hay una buena parte de responsabilidad personal por no prever, por no actuar a tiempo, por confiar demasiado, etc.


Previendo que los fracasos son parte de la vida y están a la vuelta de la esquina es importante estar preparado para afrontar las frustraciones.


• Elabora un proyecto viable. (Qué hacer. Cómo. Por qué)


• Estrategias (Prevé, planifica, ten distintas alternativas...)


• Ten un plan de acción concreto (Cronograma, prioridades)


• Adáptate a la realidad.


• Fe, esperanza y paciencia. “Mañana será otro día”


• Actitud positiva. Ver el lado bueno de los acontecimientos.


• Acepta los fracasos como una forma de aprendizaje necesario para triunfar a niveles superiores.


• Sé humilde y agradecido a la vida por tantas cosas maravillosas que pone a tu disposición cada día.


• Espera lo mejor pero debes estar conscientes de que a veces ocurrirá lo peor.


• Acepta lo inevitable y sigue adelante.


• Si tienes un proyecto valioso, las frustraciones sólo serán accidentes pasajeros.


• Existen frustraciones profundas debido a fracasos en aspectos fundamentales de la vida (familia, empresa, salud...), previendo que esto puede acaecer, necesitamos tener asideros (principios, valores, éxitos alcanzados...)


• No esperes demasiado de la suerte ni de las personas y prepárate porque el fracaso y la frustración están a la vuelta de la esquina; no sólo por causa tuya sino, por causa de los demás. Así es la vida.


• Da prioridad a los valores internos. Los valores internos pueden mantener en alto la dignidad y la esperanza


• Piensa que , a pesar de todo, eres un privilegiado.


• Acepta la vida y la gente como son. “Deja el mundo como está porque está bien hecho” Máxima oriental.


• Sé justo. Si al hacer balance entre lo bueno que te ha dado la vida y las frustraciones, te encuentras con crédito a tu favor, entonces, eres un triunfador.


• Aunque no soy partidario de las comparaciones, porque siempre resultan injustas y odiosas; es bueno, echar un vistazo al mundo de vez en cuando para darse cuenta de lo privilegiados que somos. Si has elegido leer este tema se debe a que eres una persona bastante evolucionada y posees motivación y herramientas para el desarrollo y el éxito.


• Sé paciente y perseverante porque el éxito es el premio a la paciencia y a la constancia. El hecho de luchar en vez de tirar la toalla es una victoria.


En realidad no son las frustraciones las que nos hacen daño. Lo que nos hace daño es nuestra incapacidad para reaccionar ante el fracaso de forma inteligente y asertiva, el no pensar en forma creativa y el no entender que la vida es lucha e incertidumbre.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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