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Editorial 270

 


El tabú


Tabú es una palabra polinesia que significa sagrado, impuro, prohibido. Su fórmula es prohibir. ¡No hagas! Esta fórmula, en el correr de los años se convirtió en norma moral de todas las religiones. Y así como la violación del tabú era castigada con la muerte física, la violación de la norma moral era castigada con la muerte eterna (el infierno).


El peor de todos los tabúes es el que causa temor.
Según Freud, los tabúes y temores surgen al comienzo de la humanidad. El hombre primitivo vivía en pequeñas hordas, sometido a un jefe audaz y vigoroso, que ejercía un poder despótico. Poseía a todas las mujeres mientras que a los demás varones, les estaba prohibida toda relación sexual. Esta prohibición constituía el tabú, cuya violación era castigada con la muerte. Los jóvenes hermanos, decidieron unirse para eliminar al padre, pero la horda sin jefe, comenzó a tener serios problemas. Surgió el remordimiento y se desarrolló un temor y una obediencia retrospectiva hacia el padre muerto, el cual adquirió más poder que el que tenía en vida. La presencia física del padre, fue reemplazada por un animal fuerte y en otros casos por un vegetal. De esta forma nació el tótem que representaba al padre genético de la horda. El tótem era temido y odiado.


El tabú evitaba el incesto. Esta prohibición era natural y la observan en forma instintiva los animales superiores; tiene como objetivo evitar la endogamia y con ello, la degeneración de las especies.
A este tabú le siguieron otras prohibiciones, con el fin de controlar las conductas instintivas a través del temor. De esta forma surgieron infinidad de tabúes. El tabú y el temor son las formas más primitivas de control.


Ahora, regresa mentalmente a la prehistoria y visualiza al hombre prehistórico en lucha terrible contra el mismo hombre, caníbal salvaje; en lucha contra los monstruos; en lucha contra las fuerzas naturales (cataclismos, rayo, trueno) convertidos en dioses poderosos, vengativos y crueles. Ese mundo aterrador fue el caldo propicio del cual surgieron infinidad de temores y de tabúes que se han eternizado en el tiempo y que se transmiten en forma inconsciente de generación en generación.


Han pasado miles de años, desde aquel escenario primitivo. El hombre ha dominado la naturaleza, se han desvanecido los espíritus y han muerto los dioses, pero los tabúes siguen enraizados en la mente de los hombres.


En nuestra cultura existen infinidad de tabúes que reprimen la iniciativa y la libertad. La mayoría de los tabúes no tienen justificación lógica. Son pautas aprendidas que se transmiten de generación en generación de forma automática. Muchos tabúes desaparecen por inconsistentes pero surgen otros tabúes nuevos, muchos de los cuales carecen de sentido.


Los niños nacen sanos, espontáneos y temerarios, pero los "padres" los reprimen con toda clase tabúes: ¡Cuidado! ¡Qué dirán! ¡Tienes que ser el mejor! ¡No puedes equivocarte¡ Todo con el fin de que se "adapten" a las normas sociales; en vez de estimularles al desarrollo y a la libertad.


!Pobres padres! si conocieran el veneno que encierran estos mensajes. De este modo, los hijos quedan programados con infinidad de tabúes absurdos para ser los represores de las futuras generaciones. Esta es una cadena sin fin, pero tú puedes romperla.


El tabú prohibe hacer muchas cosas...hablar de muchas cosas...


En las sociedades primitivas había muchos temas tabú de los que no se puedía hablar: por ejemplo, estaba prohibido referirse a las personas por su nombre, pues al nombrarlas se apropiaban de su energía...


Los tabúes más importantes son los que se refieren a los principios, valores y conductas que rigen la vida. Muchos de estos tabúes son necesarios para controlar los instintos pero hay muchos que están desadaptados a la realidad y son un freno para el desarrollo. Es conveniente que elabores una lista de tus principales tabúes religiosos, morales, intelectuales, sociales... y analices hasta dónde te benefician o perjudican.


Al hablar de tabú, nos viene a la mente el tabú sexual debido a que ha sido el tabú impuesto con más fuerza y el que ha causado más angustia y más problemas a la humanidad. El impulso sexual es un instinto ciego y violento por lo cual es necesario controlarlo; pero la represión del intinto sexual más allá de lo lógico puede causar trastormos, por lo cual, es necesario aprender a expresar el instinto de forma constructiva. El instinto sexual no necesita expresarse únicamente a través del acto sexual; puede sublimarse a través de la amistad, del deporte, etc.

Muchas personas se liberan del tabú sexual y de todas norma religiosa y moral que significa control del mismo, pero el libertinaje sexual es tan grave como el tabú. El libertinaje sexual conduce a la pérdida de los valores, a la pérdida del respeto a sí mismo y del respeto a las personas. Lleva a concebir la vida en términos de placer, el cual hay que satisfacer a como dé lugar. Como es lógico, esta visión egoísta de la vida debilita el espíritu de superación, la responsabilidad, etc.


E l ser humano es sexuado. Lo cual significa que el instinto sexual es mucho más que sexo. El objeto del instinto sexual es impulsar al ser humano a salir de sí y a ir al encuentro de los demás para relacionarse, para dar y recibir de muchas formas. Para dar y recibir compañía, conversación, amistad, ayuda, afecto, sexo. etc.) De modo que, el libertinaje que reduce el instinto únicamente a sexo, desvirtúa la naturaleza y el objeto natural del instinto sexual y, como es lógico, conduce a la frustración


La sociedad lucha por eliminar tabúes importantes, tales como:
Tabúes sexusales (masturbación, relaciones prematrimoniales, matrimonio entre homosexuales, desnudez, etc.)


Tabúes social es (racismo, machismo, fenimismo, nacionalismo, etc.)


Tabúes religiosos y morales (pecado, infierno, fanatismos, etc


La superación de estos y de otros tabúes ayuda a liberar la mente; sin embargo, no queda garantizado el correcto desarrollo ni la libertad, a menos que las personas encuentren formas positivas de actuar en todos los aspectos de la vida; porque la libertad no está en liberarse de... sino en trabajar en pro de...



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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