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Editorial 253

 


Honestidad vs corrupción

 

El ser humano posee mecanismos internos de desarrollo que obedecen a leyes genéticas de evolución; estas fuerzas de desarrollo son independientes y escapan al control humano. Impulsan al desarrollo, a la creatividad, a la honestidad. Gracias a estos mecanismos, la naturaleza humana evoluciona.


Pero el ser humano también posee mecanismos de defensa; son lo opuesto a los mecanismos de desarrollo. Son conductas instintivas, su objeto es la supervivencia; proceden de la mente reactiva. La mente reactiva es instintiva, se alimenta de la ignorancia, del temor, de la frustración y del egoísmo.


El ser humano nace con fuertes instintos animales y de no mediar la educación su comportamiento se rí a idéntico al de cualquiera animal; pero la humanidad ha evolucionado y ha aprendido a controlar los instintos y a desarrollar conductas inteligentes y éticas que le permiten controlar su conducta y vivir de forma honesta y civilizada. De modo que, la conducta de las personas depende de la educación o programación recibida y también del uso que hace de su libertad.


La corrupción tiene su origen en una educación errónea, carente de principios y valores, carente de disciplina moral, carente de autorrespeto y carente de dignidad.


Las leyes sirven parcialmente para el control de la sociedad pero no garantizan el control personal. El control personal nace de dentro y es responsabilidad de cada persona. El control personal supone actuar de acuerdo a valores y criterios que ayudan a superar el egoísmo y las pasiones. Supone disciplina interior y actuar de forma proactiva.

Casi todas las madres del mundo enseñan a sus hijos el respeto y la honestidad, porque saben que son la roca firme sobre la cual podrán constuir el verdadero éxito y la verdadera felicidad. La honestidad es la mejor forma de protegerse contra los enemigos de fuera y contra los propios enemigos internos.


A lo largo de la historia, la experiencia enseña que la honestidad es la base de todos los logros personales, profesionales, familiares y sociales, mientras que la corrupción es causa del fracaso en todos los aspectos.


La honestidad está asociada a la verdad, a la justicia, a la dignidad y a otras muchas cualidades que son la base de la evolución; mientras que, la deshonestidad está asociada a la mentira, al engaño, a la corrupción, a la falta de dignidad y a muchas formas de corrupción.


Las personas deshonestas siempre encuentran razones para justificar su conducta y aprenden a adormecer su conciencia, pero la conciencia nunca muere y les advierte de muchas formas de su mal proceder, por lo cual, ninguna persona corrupta puede ser verdaderamente feliz.


La honestidad es un valor muy importante, es la base de la autoestima y de la dignidad.


Lo más importante que podemos decir de una persona es que es honesta.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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