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Editorial 252

 


Personas perversas

 

El ser humano posee mecanismos internos de desarrollo que obedecen a leyes genéticas de evolución; estas fuerzas de desarrollo son independientes y escapan al control humano. Impulsan al desarrollo, a la creatividad, a la expansión y a la sociabilidad. Gracias a estos mecanismos, la naturaleza humana ha evolucionado y se ha abierto camino a lo largo de la historia y ha sobrevivido a situaciones a veces insostenibles.


Es un hecho científico que la humanidad vive un proceso irreversible de evolución, caracterizado por el desarrollo del cerebro en tamaño y en complejidad y también por una toma de conciencia y por mayor libertad. Este proceso se acelera cada día, gracias al incremento de la información.


Las fuerzas de desarrollo se expresan a través de la mente analítica ; es decir, a través del Yo sano, equilibrado, capaz y maduro; que percibe la vida con objetividad y produce ideas y soluciones lógicas y eficaces.


Pero el ser humano también posee mecanismos de defensa ; son lo opuesto a los mecanismos de desarrollo. Son conductas instintivas, su objeto es la supervivencia; proceden de la mente reactiva. La mente reactiva es instintiva , se alimenta de la ignorancia, del temor, de la frustración y del resentimiento. Se expresa de forma compulsiva, generando conductas desadaptadas y conflictivas. La mente reactiva está asociada a una programación errónea, a experiencias traumáticas y a una educación con carencias económicas, afectivas, etc.


El ser humano nace con fuertes instintos animales y de no mediar la educación su comportamiento ser í a idéntico al de cualquiera animal; pero la humanidad ha evolucionado y ha aprendido a controlar los instintos y a desarrollar conductas inteligentes que le permiten progresar y adaptase a formas de vida civilizada.

El ser humano tiende al libertinaje y sólo mediante un proceso de socialización, que se inicia en la familia, los niños aprenden a controlar sus instintos. Un niño que es educado con respeto y con amor, crece sano, espontáneo y sociable; tiene grabado en su mente un sentimiento de bienestar que le envía en forma constante, mensajes de seguridad, de autoestima, de alegría, de motivación. El niño tiende a ser optimista, sociable y generoso; sabe ganarse el respeto y el apoyo de las personas y, en consecuencia, le irá bien en la vida.


Si, por el contrario, el niño no recibe suficiente afecto, respeto y valoración; si es criticado, reprimido o maltratado, entonces se graban en el subconsciente sentimientos de soledad, de temor, de impotencia y de angustia y también de ira y de rabia. Estos sentimientos hacen que perciba la vida, las personas y los acontecimientos como una amenaza y que tienda a reaccionar de forma agresiva y destructiva. Si estos sentimientos no son corregidos a tiempo, la persona queda programada para la maldad. Siente una fuerza interna que le impulsa a causar dolor a los demás. Es una forma de vengarse, de desquitarse, de desahogar su frustración y su rabia interna. El éxito y la felicidad de los demás le recuerdan constantemente su fracaso, por lo cual, tratará de destruirlos.


Existen muchas conductas perversas que tienen su origen en una educación errónea. Todas las conductas humanas son el resultado de programaciones. Las programaciones con el tiempo se convierten en hábitos, buenos o malos, los cuales determinan la dirección de la vida.


Las leyes sirven parcialmente para el control de la sociedad pero no garantizan el control personal. El control personal nace de dentro y es responsabilidad de cada persona. El control personal supone actuar de acuerdo a valores y criterios que ayudan a superar el egoísmo y las pasiones. Supone actuar de forma proactiva.


El problema se incrementa cuando las personas "malas" se asocian, porque entonces se impone el espíritu de la masa. La masa adquiere un poder inmenso que anula la conciencia de cada persona. Muchas personas "malas" de forma individual, no llegarían a los extremos de maldad que llegan cuando forman parte de una banda de delincuentes o terroristas.


Existen personas que se sienten impulsadas a causar daño a los demás. Algunas lo hacen de forma directa y descarada, otras lo hacen de forma sutil; por lo cual, es necesario estar conscientes de esta realidad y aprender a detectar rápidamente a esta clase de personas. Estas personas abundan y tienen una habilidad incríble para contagiar a las mentes debiles. Hitler y todos los dictadores han sabido manipular a sus pueblos, han adormecido su conciencia y los han utilizado para sus proyectos aboninables.


Con frecuencia ocurren casos de exterminio o de genocidio que se suponía habían quedado en el olvido, pero no, son recientes. El terrorismo avanza y se extiende... Pero no es eliminando a los genocidas y terroristas como llegaremos a la paz. Necesitamos ir más a fondo y erradicar las causas que dan origen a las personas malas y perversas.


La mejor forma de protegerse consiste en estar blindado por dentro con principios, valores, criterios y autoestima.


Aunque parezca increíble, las personas "perversas" cumplen con una misión en el proceso evolutivo de las personas y de la especie humana: Dejan al descubierto muchos errores en el proceso educativo de las familias y de la sociedad y obligan a las personas y a la sociedad a reaccionar y a desarrollar mecanismos superiores de supervivencia.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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