Editoriales

Editorial 233 - 1

 


Las sectas - Control mental

 

Este asunto tiene 20 páginas repartidas en tres temas: Editorial 223. Editorial 224. Editorial 225

Es un arreglo de un libro del Prof. Steven Hassan. Es muy interesante para conocer la dinámica de la mente humana, las distintas formas en que los seres humanos podemos ser manipulados sin enterarnos y el gran poder que tiene la mente para reaccionar y desprogramarse y reprogramarse en positivo.

El Profesor Steven Hassan , Maestro en Psicología egresado de la Universidad de Cambridge, fue miembro de la secta de los moonies por mucho tiempo y trabajó como conferenciante en el entrenamiento de miembros de los moonies. pero un accidente hizo que se alejara de la secta. Actualmente tiene 20 años de experiencia como asesor de desprogramación de personas que se retiran de sectas destructivas. Es también asesor internacional y consejero sobre el tema de las sectas destructivas

1 Cómo pueden saber las personas si están sometidas a control mental
2 Control mental vs lavado de cerebro
3 Principios básicos de psicología social y dinámica de los grupos
4 Los cuatro componentes del control mental
4.1 Control del comportamiento
4.2 Control del pensamiento
4.3 Control emocional
4.4 Control de la información
5 Los tres pasos para conseguir el control de la mente
5.1 La descongelación
5.2 El cambio de identidad
5.3 La congelación
6 La doble identidad - Clave para comprender a los miembros de las sectas.



Cómo pueden saber las personas si están sometidas a control mental
Si uno está bajo control mental, le resulta imposible saberlo sin la ayuda de otras personas. Además, uno debería comprender muy bien qué es el control mental.

Al margen de lo maravillosa que pueda ser la causa, o el atractivo de sus miembros, si cualquier grupo emplea los ocho elementos señalados por Robert Jay Lifton, entonces está utilizando el control mental.

La Secta Moon utilizaba los ocho elementos:


1.Control del medio, control de la comunicación.
2. Manipulación mística o espontáneamente planeada.
3. Exigencia de pureza.
4. Culto a la confesión.
5. Sacralización de la ciencia.
6. Simplificación del lenguaje.
7. Prioridad de la doctrina sobre la persona.
8. Abstracción de la existencia.


"Sin embargo, antes de que pudiera abandonar a los Moonies tuve que enfrentarme a unas cuantas preguntas de tipo moral.

¿Tiene el Dios en que yo creo la necesidad de utilizar el engaño y el control mental? ¿Es cierto que el fin justifica los medios? Tenía que preguntarme a mí mismo si los medios determinaban el fin. ¿Cómo podía el mundo convertirse en un paraíso si había que subvertir la libre voluntad de los individuos?

¿Cómo sería el mundo si Moon asumía el poder total? Tras formularme estas preguntas, decidí que ya no podía participar en una organización que utilizaba prácticas de control mental. Abandoné el mundo de fantasía en el que había vivido durante años".


Desde que salí del grupo, he llegado al convencimiento de que millones de personas han estado sujetas a un régimen de control mental sin que ni siquiera se apercibieran de ello. No pasa una semana sin que tenga que hablar con varias personas que todavía sufren los efectos negativos del control mental. A menudo, les proporciona un gran alivio saber que no están solos y que sus problemas vienen de sus relaciones con el grupo.

Tal vez el principal problema con el que se encuentran quienes han abandonado las sectas destructivas es el desmoronamiento de su propia identidad. Hay una buena razón para que así sea: durante años han vivido con una identidad artificial que les ha proporcionado la secta. Aunque el control mental de las sectas es algo de lo que se puede hablar y definir de muchas maneras, creo que se comprende mejor como un sistema que desbarata la identidad del individuo. La identidad está formada por elementos tales como las creencias, el comportamiento, los procesos de pensamiento y las emociones, que constituyen un patrón definitivo. Bajo la influencia del control mental, la identidad original del individuo, formada por la familia, la educación, las amistades y, lo que es más importante, las cosas elegidas libremente por la persona, es sustituida por otra identidad, por lo general una que el individuo no habría escogido si no hubiera estado sometido a una tremenda presión social.


El control mental practicado por las sectas destructivas es un proceso social, a menudo relacionado con grandes grupos de personas que lo refuerzan. El individuo entra en un entorno social donde, para poder funcionar, debe despojarse de su vieja identidad y apegarse a la nueva identidad deseada por el grupo. Cualquier realidad que pudiera recordarle su identidad original es apartada y reemplazada por la realidad del grupo.


Aún en el caso de que, al principio, el individuo sólo simule aceptarla, tarde o temprano cede a la presión que ejerce el grupo y termina por aceptar una ideología totalitaria que, al ser interiorizada, sustituye a su anterior sistema de valores. Por lo general, el individuo experimenta un cambio radical de personalidad y una drástica interrupción del curso de su vida. Este proceso puede ser activado en unas pocas horas, pero habitualmente necesita días o semanas para consolidarse.

Desde luego, todos nosotros estamos sujetos a diario a diversas presiones sociales, las más evidentes en nuestro trabajo. La presión para que se acepten ciertas normas de comportamiento existe en casi todas las organizaciones. Estamos sometidos constantemente a muchas formas de influencia, algunas de ellas obvias e inofensivas, por ejemplo, los carteles de por favor, abróchense los cinturones y otros más sutiles y destructivos. Pero en estas sectas se pretende socavar la capacidad de/ individuo para tomar sus propias decisiones. La esencia del control mental consiste en fomentar la dependencia y el conformismo, y desalentar la autonomía y la individualidad.


Hay que mencionar que no siempre el propósito del control mental del grupo es malo. Por ejemplo, hay muchos programas de rehabilitación de drogadictos y delincuentes juveniles que utilizan algunos de estos métodos para destruir la antigua personalidad de adicto o criminal. Pero estos programas, por mucho éxito que tengan, están cargados de peligros. Después de que se ha conseguido quebrar a un individuo y se le ha facilitado una nueva identidad, también se le debe restaurar su autonomía y su individualidad, un proceso que depende por completo del altruismo y comportamiento responsable de los directores del grupo.

Control mental vs lavado de cerebro
Si bien es importante poseer una comprensión general del control mental, no lo es menos conocer aquello que el control mental no es. Por desgracia, cuando la gente común discute sobre el tema, muchísimas veces se utiliza el término lavado de cerebro como sinónimo de control mental. Sin embargo, hoy en día los dos procesos son muy diferentes y no deben ser confundidos. El control mental no es un lavado de cerebro.


El término lavado de cerebro lo acuñó el periodista Edward Hunter en 1951. Lo utilizó para describir cómo los militares estadounidenses capturados en la guerra de Corea cambiaban súbitamente su escala de valores y sus lealtades y creían haber cometido crímenes de guerra inexistentes. Hunter tradujo el término del chino hsi nao, cerebro lavado. El lavado de cerebro es típicamente coercitivo. El sujeto sabe desde el primer momento que está en manos del enemigo y el prisionero no tiene ninguna alternativa. Los malos tratos, e incluso la tortura, terminan por doblegar su moral.


Tal vez el caso de lavado de cerebro y control mental más famoso de los últimos tiempos en Estados Unidos sea el de Patricia Hearst, heredera de un imperio periodístico. Patty fue secuestrada en 1974 por el Ejército Simbiótico de Liberación (ESL), una pequeña secta política con métodos terroristas. Encerrada durante semanas en una armario a oscuras, fue privada de alimentos y violada. Posteriormente, pareció convertirse en miembro activo del grupo. No aprovechó las oportunidades que tuvo para escapar y participó en el robo de un banco, delito por el cual fue condenada y encarcelada. Por desgracia para ella, Patty Hearst fue víctima de un juez y un jurado ignorantes.


El ESL quizá tuvo éxito en el lavado de cerebro de Patty Hearst, pero, en general, el método coercitivo no cuenta un porcentaje de éxitos muy elevado. Tan pronto como el individuo se aleja de sus secuestradores y vuelve al entorno familiar, los efectos tienden a desaparecer. El ESL tuvo éxito con Patty Hearst porque le dieron una nueva identidad como Tania. La convencieron de que el FBI tenía orden de disparar en cuanto la vieran. Creía que su seguridad estaba en permanecer junto al grupo más que en buscar la liberación.


El control mental, casi siempre es más sutil y retorcido. Quienes lo practican son considerados como amigos o compañeros, de forma que el sujeto no está tan a la defensiva. Inconscientemente, colabora con sus controladores y les suministra información privada sin saber que la utilizarán en su contra. El nuevo sistema de valores es interiorizado en la estructura de una nueva identidad.


En el control mental hay muy poco o ningún abuso físico. Por contra, los procedimientos hipnóticos se combinan con los de dinámica de grupo para conseguir un fuerte efecto de adoctrinamiento. El individuo es engañado y manipulado para que acepte las alternativas ordenadas. Las más de las veces, el individuo responde positivamente a lo que le hacen.


Por lo general, las sectas destructivas inducen el trance en sus miembros a través de largas sesiones de adoctrinamiento. Las repeticiones y el forzar la atención son buenos medios para la inducción de un trance. Si observamos a un grupo en esa puesta en escena, es fácil distinguir cuándo se ha conseguido el trance. Los presentes parpadean y tragan con lentitud, y sus expresiones faciales se relajan y adoptan una actitud vacía y neutra. Con los individuos en semejante estado, los líderes sin escrúpulos pueden implantarles creencias irracionales. Yo he visto a personas de una gran fuerza de voluntad que hipnotizados hacían cosas que normalmente no habrían hecho jamás.


3. Principios básicos de psicología social y dinámica de grupo


La experiencia política de la segunda guerra mundial, en la que miles de individuos en apariencia normales tomaron parte en proyectos tales como el mantenimiento de los campos de concentración donde millones de seres humanos fueron asesinados e incinerados, despertó un considerable interés entre los psicólogos. ¿Cómo fue posible que gente que llevaba una vida ordinaria antes de que Adolf Hitler se hiciera con el poder de Alemania, participara en un intento deliberado de exterminio de todo un grupo humano?


Desde el final de aquel conflicto, se han realizado miles de experimentos de psicología social que han permitido descubrir las diversas maneras de influir en las personas, ya sea en grupos o individualmente.

 

El resultado de estos estudios ha sido la demostración del enorme poder de las:
1. Técnicas de modificación del comportamiento humano
2. La conformidad generalizada y
3. La obediencia a la autoridad.
Estos tres factores son conocidos en términos psicológicos como procesos de influencia. Uno de los descubrimientos más notables de la psicología social es que en nuestros intentos por encontrar la respuesta más apropiada a la situación social, a veces respondemos con información que recibimos de forma inconsciente.


Por ejemplo, una clase de estudiantes de psicología "conspiró" para modificar el comportamiento de su profesor. Cuando éste miraba hacia la izquierda, los estudiantes sonreían y se mostraban atentos y cuando miraba la derecha, adoptaban un aire de aburrimiento y de falta de atención. Al cabo de unas clases, el profesor comenzó a mirar casi siempre hacia la izquierda


Y ahora llegamos al punto clave: Cuando los estudiantes le informaron al profesor de la broma, éste insistió en que nada de esto había sucedido, que le estaban tomando el pelo. No le pareció extraño su comportamiento y declaró enojado que era su estilo personal de dar las clases, algo que había escogido por su propia voluntad. No tenía conciencia de cómo había sido influido.


En una secta destructiva, sin embargo, el proceso de modificación del comportamiento se monta alrededor de los nuevos reclutas, que por supuesto no tienen ni la menor idea de lo que está pasando.
La conformidad y obediencia a la autoridad anula toda capacidad crítica


El Dr. Stanley Milgram, descubrió en unas pruebas de obediencia a la autoridad que más del 90 % de los sujetos examinados obedecían las órdenes aunque creyeran que al hacerlo causarían sufrimientos físicos o morales a otras personas. Milgram escribió: La esencia de la obediencia consiste en el hecho de que una persona llega a verse a sí misma como el instrumento que realiza los deseos de otra persona, y, en consecuencia, no se considera ya responsable de sus propias acciones.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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