Editoriales

Editorial 225

 


Simpatía

 

Simpatía, deriva del griego (syn = con) y (pathos = sufrimiento) vendría a significar algo así como sufrir con, ser capaz de ponerse en lugar del otro para comprender sus pesares y solidarizarse con él.La capacidad para ponerse en el lugar del otro y comprender sus motivos, no implica la aprobación o desaprobación de sus actos.


La simpatía dice del modo de ser o del carácter de un individuo: ser simpático es considerado sinónimo de ser agradable y hallarse en posesión de cierto encanto que despierta el afecto de los otros y facilita la relación con ellos.


¿Qué es lo que hace que una persona sea simpática?

La simpatía tiene mucho que ver con la forma de ser natural, espontanea, amable y alegre
Ser simpático es ser franco y no ocultar segundas intenciones. La personas simpáticas crean una atmósfera distendida en la que todos se sienten bien gracias a la luz y el respeto que irradia

De hecho, no llamamos simpático al irónico o al sarcástico, y es que, ni la ironía ni el sarcasmo resultan simpáticos , sino molestos, en tanto que la simpatía es siempre amable, respetuosa y comprensiva.


La ironía y el sarcasmo irritan, porque hieren y humillan La simpatía es esencialmente cortés; acepta a cada persona como es. Pero no hay que confundir simpatía con complacencia. Podemos ser simpáticos y respetar a las personas como son, pero no podemos ser complacientes con las conductas falsas, injustas o inmorales.


La simpatía es considerada como fundamento de la buena relación social. La simpatía es la base de la amistad y de la solidaridad. Sólo por simpatía cabe explicar que nos sintamos interesados en el bienestar de otras personas y que hagamos algo por ellas. Nos interesan las personas por las cuales sentimos afecto

Existe una pequeña diferencia entre empatía y simpatía.
La empatía precede a las simpatía. La empatía consiste en sintonizar con el otro, en ponerse en sus zapatos. Entenderle de forma fácil, espontánea y natural. Aceptarlo como es y reconoce sus valores.
La empatía supone buena inteligencia emocional. “La conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se erige la empatía, puesto que, cuanto más abiertos nos encontremos a nuestras propias emociones, mayor será nuestra capacidad para comprender los sentimientos de los demás”. Daniel Goleman
La simpatía, además de implicar la sintonía con el otro, conlleva una respuesta emocional en forma de comprensión y ayuda ante la situación ajena. La simpatía surge de forma bastante espontánea.

 

No hay que pensar que sólo se puede simpatizar con aquellos que tienen intereses similares a los nuestros, más bien, muchas veces estas coincidencias generan rivalidad, envidia y hasta odio.

 

Cuando alguien se interesa por nuestras cosas y se alegra de nuestro bienestar y se conduele de nuestras desdichas, nace nuestra simpatía hacia esa persona; simpatía que genera agradecimiento por su apoyo y solidaridad.


La falta de simpatía es causada por desinterés o falta de sensibilidad, lo cual puede llevar a que las personas sean recíprocamente indiferentes e intolerantes.
Bases neurofisiológicas de la simpatía

La simpatía es una forma muy básica por la cual estamos conectados con otras personas "Sentimos más simpatía si la persona con la que interactuamos es más parecida a nosotros". Decety.

Científicos de la Universidad de Emory han experimentado con sistemas de resonancia magnética y han descubierto que existe una base biologica que influye en el comportamiento altruista. Han comprobado que se activan varias regiones del cerebro cuando los jugadores de un juego llamado "El Dilema del Preso" deciden confiar mutuamente y cooperar, en lugar de traicionarse para conseguir un beneficio inmediato.

 

Durante muchos años, biólogos evolutivos han tratado de entender por qué existe la cooperación entre los seres humanos, aunque esa cooperación puede no dar lugar a una recompensa directa o inmediata. Este comportamiento desinteresado llamado altruismo es casi únicamente un rasgo humano.


"El estudio demuestra, por primera vez, que la cooperación social es intrínsecamente gratificante para el cerebro humano.


Gregory S. Berns, co-investigador, sugiere que: "El impulso altruista a cooperar está biológicamente arraigado en el cerebro".

La simpatía y el altruismo pueden ser aprendidos. Son conductas altamente saludables y gratificantes. Existen más personas de las que te imaginas que se esfuerzan por ser buenas personas, por desarrollar empatía y por ayudar desinteresadamente a otras personas.

La simpatía es uno de los mayores bienes de la vida. En primer lugar, porque significa que estamos cultivando lo mejor de nosotros mismos, y, en segundo lugar, porque es una forma de enviar estímulos positvos a los demás y de que los demás reaccionen de forma positiva hacia nosotros, lo cual incrementa la autoestima, genera buenas relaciones, proporciona una visión positiva y alegre de la gente y de la vida y es un estímulo para seguir superándose. Una persona antipática, indica cuando menos, que tiene problemas personales y de adptación y que no sabe vivir.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus