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Editorial 211

 


Leyes del aprendizaje - 1

 

Leyes del Aprendizaje - Parte 1

 

1. La necesidad.

2. El interés.

3. El temor.

4. Autoestima

5. Las exigencias sociales.

6. El conocimiento de métodos eficaces.

7. El conocimiento de las metas.

8. hábito.

9. Atención y concentración.

10. El aprendizaje progresivo.

11. Aprendizaje constante.

12. El estudio activo.

 

Leyes del Aprendizaje - Parte 2

 

13. Selección y simplificación.

14. La asociación.

15. Reconocimiento del éxito.

16. La verbalización

17. La repetición.

18. Espíritu de superación.

19. Actitud cooperativa.

20. La conciencia de la vocación y de la misión.

21. La satisfacción, el placer de estudiar

22. Estudiar en estado Alfa


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Leyes del Aprendizaje - Parte 1


1. La necesidad

La necesidad obedece a motivaciones de supervivencia. El ser humano sólo presta atención a aquello que le interesa para satisfacer sus necesidades de adaptación. Resulta impresionante la facilidad con que el ser humano aprende aquello que necesita para sobrevivir.


Mientras las personas no tienen conciencia del valor del conocimiento no sienten la necesidad de leer o etudiar, pero, cuando comprenden que el conocimiento es el único camino para el desarrollo, el progreso y la libertad, entonces surge el interés y la necesidad de aprender; por lo cual, antes de exigir a los hijos el estudio es necesario explicarles los beneficios del mismo, pues el cerebro sólo se activa cuando hay razones importantes para actuar.


2. El interés
El interés es la fuerza que mueve la vida y la historia. El interés crece cuando la persona toma conciencia de lo importante que es el aprendizaje para lograr el desarrollo, la autoafirmación y la libertad. Einstein observó que los avances reales en el conocimiento se dan en personas que hacen lo que les gusta hacer. Para que se mantenga el interés debe producirse un beneficio real (éxito, sensación de logro, bienestar interno, satisfacción...) La falta de interés hace que se desprograme el cerebro, que se debilite la atención y, en estas circunstancias resulta desagradable el estudio e imposible el aprendizaje.


3. La autoestima.
Existe una mayor asimilación cuando se tiene un elevado concepto de las propias capacidades. El nivel de autoestima determina el nivel de funcionamiento de la mente. La baja autoestima está asociada a una imagen pobre de sí y a problemas de angustia, de temor, de motivación y de adaptación. Las personas con baja autoestima viven una lucha interna de tipo emocional que supone un gasto inmenso de energía. Carecen de libertad mental, de la fluidez y de creatividad, por lo cual les resulta difícil comprender y asimilar.


4. El temor.
El temor puede paralizar, pero también es un acicate. Lo ideal es que el ser humano actuara por convicción y por espíritu de superación; pero estas actitudes suponen alto grado de desarrollo humano. La mayoría de las personas actúan por temor y por necesidad. Cuanto mayor sea el espiritu de superación, más fácil resulta el estudio, porque todas las neuronas trabajan unidas en la misma dierección.


5. Las exigencias sociales.
La ley de la vida es “adaptarse o morir”. La competencia obliga a ser humano a mantenerse en actitud constante de superación. Sin embargo, las exigencias sociales se relacionan básicamente con la capacitación para el trabajo y la producción. Hay poco interés por la cultura y por el desarrollo humano; sin embargo, la cultura y el desarrollo humano son la base para lograr un éxito integral y una buena calidad de vida.


6. El conocimiento de métodos eficaces.
La palabra método significa camino que conduce a la meta.
Nadie puede llegar a destino si desconoce el camino. Cada ciencia tiene su metodología que es necesario aprender antes de internarse en el laberinto de su teoría. La ciencia ha creado métodos para lograr las cosas, sin embargo es muy poco lo que se ha hecho para facilitar el aprendizaje. Un buen método garantiza el éxito y un método inadecuado conduce irremisiblemente al fracaso. Por lo cual, es fundamental encontrar técnicas que hagan el estudio más fácil, más agradable y más r ápido.


7. El conocimiento de las metas.
Para ubicarse en el espacio es necesario conocer las coordenadas y para ubicarse en la vida es necesario conocer el punto de partida (quién soy, dónde estoy, con qué cuento) y el punto de llegada (quién deseo ser, a dónde quiero llega, por qué quiero llegar)
Según Tolman, las creencias y las metas son los grandes motivadores del aprendizaje. Las metas dan unidad y significado a la acción.
El cerebro sólo actúa en forma eficaz cuando existe un proyecto claro y valioso. El cerebro necesita razones para actuar. Cuanto más valiosas sean las metas y cuanta más fe e ilusión se tenga en ellas, más energía produce el cerebro.
El que tiene metas importantes, desarrolla una fuerza interna capaz de superar todos los obstáculos, por lo cual, antes de iniciar un aprendizaje, hay que definir los objetivos del mismo.


8. El hábito
Con el ejercicio se integran cada vez más los movimientos que participan en cada acción. A medida que se van corrigiendo los movimientos inadecuados, la acción se hace más perfecta y eficaz. Con el tiempo el hábito se convierte en conducta automática de modo que la mente queda libre para ocuparse de otras cosas.
Los hábitos son una forma de economizar energía para invertirla en nuevos proyectos. Los hábitos no se adquieren por simple repetición sino por una integración de los movimientos en una estructura cada vez más simple, perfecta y fluida; por lo cual es indispensable aprender a hacer bien las cosas, debido a que el ser humano aprende de sí mismo Toda persona que obtine éxitos importantes en algo se debe a que tiene hábitos eficaces en esa área.


9. Atención y concentración.
Todo lo que hay en la mente ha entrado por los sentidos, por lo cual, el éxito en cualquier actividad humana depende de la atención
Prestamos atención a lo que nos interesa; la atención y la concentración son el resultado de un proyecto de vida valioso. Cuando una persona, posee un plan de acción , el cerebro se activa y produce suficiente energía, ideas y soluciones para llevarlo adelante.
La concentración es activa y supone un acto de voluntad consciente; con el tiempo, puede convertirse en una hábito automático (concentración sin esfuerzo)
La concentración unifica la energía mental y la focaliza sobre el “objeto” de interés. Es condición para la eficacia en toda actividad humana, especialmente cuando se trata de actividades superiores, como pensar y crear soluciones


10. Aprendizaje progresivo.
Todo en la vida tiene un proceso, por lo cual, no se pueden quemar etapas, sobre todo, cuando se trata del desarrollo humano.
El aprendizaje es como construir un edificio. Hay que comenzar por realizar un proyecto y luego colocar las bases y la estructura. Esto es fundamental, porque determina la forma y la consistencia definitivas de la construcción. Un error estructural daría al traste con la construcción.
Necesitamos elaborar un proyecto amplio, que abarque la cultura general y un proyecto específico para cada aprendizaje concreto. Luego hay que tener paciencia, constancia, dedicación y tiempo.


11. Aprendizaje constante.
Así como el ser humano necesita respirar o alimentarse constantemente para sobrevivir, también necesita aprender cada día, aprovechando todas las oportunidades que obsequia la vida. El aprendizaje constante supone una actitud atenta para aprender todo lo que puede servir para incrementar la experiencia. Se trata de aprender en la universidad de la vida.


12. Estudio activo.
Existe una diferencia abismal entre aprender y comprender.
Aprender significa grabar una experiencia o un conocimiento; es un hecho casi mecánico en el cual juega un papel fundamental la memoria. Se puede aprender algo sin tener idea de su valor o de su verdad. Esta forma de aprendizaje no es asimilado y tiende a olvidarse con rapidez. Esta es la forma habitual de aprendizaje utilizada por la mayoría de las personas. Se trata de un aprendizaje poco nutritivo, que no genera ideas propias, ni criterios, ni creatividad, ni autoestima.
La gente conoce mucho, pero sabe poco; habla mucho, pero dice poco; trabaja mucho, pero produce poco.
Comprender significa llegar a la esencia de las cosas; conocer su naturaleza, características, funcionamiento y finalidad. Supone un acto de reflexión profundo.
El aprendizaje debe ser activo; hay que analizar, criticar, dudar, problematizar.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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