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Editorial 203

 


La Compasión


Compasión deriva del latín cumpasio y también del griego (sympatheia) Lo cual significa literalmente "sufrir juntos"

 

La compasión ayuda a entender el estado emocional de otro y sentir la necesidad de aliviar o reducir su sufrimiento.


La compasión es un principio fundamental del hinduismo. "Todo ser vivo merece piedad y compasión"


En el cristianismo se da especial importancia al amor, a la caridad, al perdón y a la compasión. El Apóstol San Pablo, afirmaba que la compasión es "reír con el que ríe y llorar con el que llora", enlazando el valor de la compasión con la idea de compartir.


Aristóteles señaló que los humanos sienten compasión por los que sufren sin merecerlo; pero, a veces, las personas, dominadas por las pasiones, pierden la sensibilidad moral y la capacidad de compasión.


¿Qué es la compasión?
Según el Dalay Lama: "La compasión es el deseo de que los demás estén libres de sufrimiento. Gracias a la compasión aspiramos a alcanzar la iluminación; es ella la que nos inspira a iniciarnos en las acciones virtuosas que conducen al estado del Buda, y, por tanto, debemos encaminar nuestros esfuerzos al desarrollo de la compasión "


"Si deseamos tener un corazón compasivo, el primer paso consiste en cultivar sentimientos de empatía o proximidad hacia los demás. También debemos reconocer la gravedad de su desdicha. Cuanto más cerca estamos de una persona que sufre, más insoportable nos resulta verla sufrir"


"Debemos reconocer que nuestra fortuna depende de la cooperación y de la contribución de los demás. Todos y cada uno de los aspectos de nuestro actual bienestar lo debemos al duro trabajo de muchas personas. Los edificios en los que vivimos, las carreteras por las que viajamos, las ropas que llevamos y los alimentos que comemos, nos han sido provisto por otros. Nada de esto existiría si no fuera por la amabilidad de tanta gente a la que ni siquiera conocemos. Contemplar el mundo desde esta perspectiva hace que crezca nuestro aprecio hacia los otros, y con él la empatía."


Nuestra compasión por todos los seres debe emanar del reconocimiento de su sufrimiento. Todos los seres sufren de muchas formas. Para desarrollar la compasión por los demás, necesitamos tomar conciencia de la experiencia del propio sufrimiento, de todos los trances dolorosos por los cuales hemos pasado. Suele decirse que, sólo el que ha llorado puede comprender las lágrimas de los que lloran y sólo el que ha sufrido es capaz de comprender el sufrimiento de los demás. Sólo el que ha pasado hambre comprende el sufrimiento de quienes no tienen para comer. Sólo el que ha estado gravemente enfermo comprende el sufrimiento de los enfermos. Sólo el que ha sido humillado comprende el dolor de las personas humilladas. Sólo el que ha estado preso comprende el sufrimiento de los presos...


Nuestra compasión suele estar enfocada hacia los pobres que carecen de lo más "básico" pero habría que preguntarse ¿Qué es lo más básico?


Hay países africanos que carecen de todo. Su pobreza causa lástima y dolor; sin embargo, la gente es amable, comparten lo poco que tienen y los niños tienen la sonrisa a flor de labios.


Cuando vemos a alguien que dedica su vida al logro de éxitos mundanos, como el poder, la fama y la riqueza, nuestra reacción más habitual suele ser de admiración y a veces de envidia, en lugar de sentir compasión, porque sabemos que son efímeros y que un día acabarán y esa persona deberá enfrentarse a un vacío y a un sufrimiento profundo.


"Era tan pobre, tan pobre, que sólo tenía dinero". Esta frase expresa la triste realidad de quines se afanan por el poder, la riqueza o la fama. En el fondo, las personas que se afanan por estos objetivos y sacrifican el tiempo y la vida al logro de los mismos, lo hacen porque tienen una visión errónea de la vida y porque tratan de compensar otras carencias internas. Cuando éstas se desvanecen, quedan con una sensación de profunda soledad. Creo que estas personas merecen, más que nadie, nuestra compasión.


La compasión es una capacidad que se puede adquirir y desarrollar. La compasión ayuda a evolucionar desde el punto de vista humano, emocional, social, moral y espiritual, por lo cual, debería ser una de las metas de la vida.


Muchas personas, por egoísmo o comodidad, se vuelven indiferentes al sufrimiento de los demás, y, de forma progresiva van reduciendo su sensibilidad humana, moral y espiritual, lo cual conduce a muchas formas de injusticia, corrupción y explotación. Cuando esta situación se generaliza, se produce el colapso de la sociedad (guerras, genocidios, etc.) Por lo cual, la compasión y la solidaridad son condiciones para el desarrollo personal y para la supervivencia de la sociedad.
No hay que confundir compasión con sentimentalismo. La verdadera compasión tiene alto componente cognitivo, es profundamente humana.


Cómo desarrollar la compasión

Para desarrollar la compasión es necesario comprender. El intento de comprender es el primer paso para entender las razones por las cuales las personas llegan a su triste situación, a la cual, algún día podríamos llegar cualquiera de nosotros.


Cuando comprendes la realidad de alguien cambian totalmente tus sentimientos y actitudes y se crea una relación compasiva consigo mismo y con los demás.


También es necesario aceptar a las personas como son, porque esa es su realidad profunda y no podemos cambiarla a nuestro antojo; es más, las personas quieren cambiar para evitar fracasos y sufrimientos pero no pueden porque la conducta humana es el resultado de hábitos adquiridos y consolidados a lo largo de los años. Todo cambio profundo supone una reestructuración de la mente, lo cual sólo puede lograrse a través de un proceso que supone tiempo, método y perseverancia.


También es necesario perdonar. No importa lo que los demás sean, digan o hagan; no importa cuál sea su actitud hacia nosotros. Nosotros comprendemos su actitud porque somos libres por dentro y no juzgamos ni criticamos; porque, por encima de todo, valoramos su dignidad.


Es necesario trabajar constantemente en el desarrollo de la compasión. La compasión obliga a implicarse de alguna forma en la solución de los problemas de la sociedad, entendiendo que, no se trata de dar un pez, se trata de enseñar a pescar, se trata de cambiar las estructuras profundas de la sociedad, de modo que las personas aprendan a resolver sus propios problemas, y, de esta forma, se reduzcan los fracasos y el sufrimiento en el mundo.


Ahora tienes dos opciones. Mirar hacia otro lado, como hace la mayoría de las personas, alegando que ése no es tu problema, o implicarte emocionalmente y prácticamente en la solución de los problemas del mundo.


No se trata sólo de sufrir y de llorar cuando ocurren desastres naturales. No se trata de llorar por tantos niños que mueren de hambre. Se trata de que ayudes de alguna forma a que el mundo funcione mejor.


Se trata de que, donde quiera que estés, transmitas esa vibración de compasión que llevas por dentro y llegue a las personas y toque su corazón. A veces podrás transmitir tu vibración a través de un saludo, de una mirada bondadosa, de un deseo profundo de que todo les salga bien a las personas que te encuentras en tu camino, etc. Porque más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro.


De esta forma cultivarás la compasión y desarrollarás sensibilidad emocional, moral y espiritual y llegarás a ser la mejor persona que puedas ser.


Esta experiencia te proporcionará una sensación de plenitud interna y de felicidad que hará poderosas tus vibraciones y tendrás el poder de influir mucho en las personas y cambiar muchas vidas. Y, a medida que pasen los años comprenderás que la compasión por los demás y la comprensión es lo más valioso de tu vida.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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