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Editorial 199

 

 

Honestidad vs mentira

 

La honestidad es una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad de acuerdo con los valores de verdad y justicia.

Puede entenderse también como el respeto a la verdad en relación con los hechos con las personas y consigo mismo.


Honestidad significa que no hay contradicciones ni discrepancias entre los pensamientos,las palabras y las acciones.

 

La honestidad conduce a una vida de integridad en la que nuestro interior y exterior son reflejo el uno del otro.


La honestidad es la mayor señal de equilibrio y de salud mental.


El mayor problema para el entendimiento humano es la desconfianza causada por la falta de honestidad. La falta de honestidad hace que las acciones y las palabras no tengan ninguna credibilidad, lo cual dificulta el diálogo, el entendimiento, la colaboración y la convivencia, porque nunca podremos estar cerca de los demás y los demás no querrán estar cerca de nosotros, debido a que la falta de honestidad está asociada a la traición. Nadie oculta sus intenciones si no es para traicionar.


Debe haber honestidad en el corazón y también en la mente, de lo contrario habrá autoengaño y tendencia a engañar a los demás. Las personas con frecuencia, tienden a manipular la información de forma subconsciente (autoengaño), con el fin de adaptar las cosas a su conveniencia. Dicen la verdad, pero la dicen de forma sesgada.


La honestidad es una virtud adquirida a través de la educación, con el tiempo se convierte en hábito, es decir, en una forma habitual de ser y de actuar. La honestidad se apoya en principios y valores. La falta de honestidad revela carencia de principios y de valores sólidos. Los principios y valores necesitan ser alimentados habitualmente con lectura, reflexión, fe y oración, de lo contrario se debilitan y mueren.


No es fácil ser honesto en una sociedad hipócrita y simuladora. La personas honestas están obligadas a jugar con las cartas descubiertas mientras los demás esconden sus intenciones; sin embargo, la gente honesta siempre sale adelante porque no ponen su éxito en ganar a los demás sino en su propia eficacia.


La honestidad exige hacerse cargo de sí mismo, superarse de verdad, ser responsable y capaz, por lo cual, lejos de ser un obstáculo para triunfar en la vida es una garantía de éxito.


Todo lo que sentimos o pensamos produce vibraciones positivas o negativas que se irradian en todas direcciones y producen efecto, comenzando por la persona que las produce. Las vibraciones llevan mensajes que son percibidos por las demás personas. Estos mensajes son percibidos básicamente a nivel subconsciente; pero hay algo en las vibraciones es captado a nivel consciente, lo cual les permite sentir si existe coherencia o no, entre lo que dice la persona y lo que siente y piensa.


La coherencia entre los mensajes y la expresión corporal es indispensable para la credibilidad. Para que exista coherencia es necesario ser honesto. Podemos controlar y falsificar la palabra porque depende del hemisferio izquierdo (consciente y racional) pero no podemos manipular la expresión corporal porque depende básicamente del hemisferio derecho (intuitivo) el cual escapa al control humano.


De aquí la importancia de ser honesto no sólo por razones éticas sino por interés. La honestidad es la garantía del matrimonio, de la amistad y del éxito profesional. Nada importante se puede construir sobre la mentira porque tarde o temprano se viene abajo como un castillo de naipes.
Hay mucha gente deshonesta que logra "sobrevivir y triunfar" pero su vida es una farsa. Una de las cosas más tristes de esta vida es no poder ser lo que se aparenta y vivir siempre con la angustia de ser descubierto.


La naturaleza es honesta. Cada planta y cada animal expresa lo que es, sólo el hombre miente y engaña. Tal vez los niños son naturalmente felices porque son naturalmente honestos. No han desarrollado aún el razonamiento abstracto, necesario para urdir la mentira.


¿Por qué mucha gente es deshonesta?

1. Así como la honestidad es una conducta aprendida, también lo es la deshonestidad. Los padres programan a sus hijos para ser honestos o deshonestos. Un niño que tiene unos padres honestos, aprenderá que la honestidad es la conducta correcta en la vida (lo cual no le garantiza ser honesto a futuro si no sigue alimentando la honestidad) y un niño que ve cómo sus padres manipulan la verdad, mienten y engañan, aprenderá a manipular la verdad, a mentir y a engañar y ésta será su forma habitual de ser en la vida, a menos que rectifique.

En adelante es difícil que el niño honesto se vuelva deshonesto y que el niño mentiroso se vuelva honesto, porque sus conductas no son circunstanciales sino estructurales.


2. La falta de valores éticos y morales en muchas personas hace que no tengan respeto por al verdad, ni por la gente. Las conductas sociales de estas personas se limitan a los formalismos necesarios, pero no tienen verdadero afecto ni respeto hacia los demás.
El interés personal se impone sobre cualquier otra consideración.
Cada día las relaciones humanas se vuelven más distantes, más frías y más hipócritas. Pareciera que ser educado, respetuoso, espontáneo, amistoso y sincero estuviera fuera de contexto.


3. La sociedad es hipócrita. Las personas ocultan sus ideas, sentimientos e intenciones. El temor, la duda y la desconfianza hace que la gente viva a la defensiva y oculte su verdadero ser. La gente cree que de esta forma se protege de los demás. Esta situación estimula la deshonestidad.


4. La competencia creciente en todos los aspectos incrementa la deshonestidad. La necesidad de ganar imponiéndose a los demás hace que se extienda la idea de que "el fin justifica los medios" A partir de esta falsa premisa se justifica la mentira, el engaño, el soborno, la traición y otras muchas formas de corrupción.


¿Qué beneficios aporta la honestidad?


Ser honesto se está convirtiendo en un hecho heroico para muchas personas, debido a que se están perdiendo valores éticos y sociales y resulta difícil competir con la verdad por delante en una sociedad en la que "todo vale" y en la que muchas personas han desarrollado una astucia increíble para engañar.


Esta realidad existe y no podemos evadirla. Tampoco podemos caer en el error de luchar con sus mismas herramientas que los deshonestos, porque esta clase de personas se han venido especializando en esta forma de hacer a lo largo de su vida; además no vale la pena perder el mayor valor de la vida como es la honestidad para participar en una guerra perdida. Sólo las personas honestas pueden valorar la honestidad.


1. La honestidad se identifica con la dignidad, es decir, con la esencia del ser humano, por lo cual es muy importante mantenerse honesto aunque el mundo entero claudique. La honestidad proporciona una autoestima, seguridad y poder increíbles. La gente valora y admira a las personas honestas porque sabe que son de oro, pero también las temen porque son auténticas e incorruptibles y no tienen miedo a desenmascarar la mentira.


2. La honestidad es el producto de numerosas virtudes y cualidades, de modo que al cultivar la honestidad se fortalecen también otras cualidades.


3. La honestidad ayuda a vivir siempre en paz consigo mismo, con la gente, con la vida...Todo ser humano tiene una conciencia que habla. La persona honesta sabe que es honesta y esa es su mayor satisfacción. La persona deshonesta también sabe que es deshonesta y ese es su mayor castigo


4. Las personas honestas suelen ser juiciosas, prudentes, responsables, respetuosas, comprensivas, tolerantes... por lo cual su relación con la gente es excelente.


5. La honestidad es activa, exige buscar la verdad y el bien para sí y para los demás, por lo cual se convierte en un estímulo. Pero la honestidad no significa decir siempre la verdad. La honestidad exige prudencia y respeto. A veces hay que callar la verdad en aras de la paz.


6. La persona honestas estan satisfechas de lo que son porque tienen conciencia del gran valor que significa la honestidad y de los grandes bienes que aporta en la vida, lo que hace que sean inmensamente felices. Pueden tener problemas como los tiene todo el mundo pero nunca perderán la serenidad ni la dignidad ni la paz del alma.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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