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Editorial 190

 

Ley del Karma

El karma es una deuda contraída con la vida por no respetar las leyes naturales, por no respetar a las personas y por no respetarse a sí mismo; es decir, por hacer mal uso del libre albedrío, por no actuar de forma consciente y responsable.

La naturaleza es justa y generosa, derrama bendiciones sobre todos a manos llenas, pero no acepta que sus dones sean desperdiciados, quiere verlos florecer; por esta razón, premia por las buenas acciones y castiga por las malas acciones. Las personas no saben cuándo, dónde ni cómo hace justicia la naturaleza, pero, por Ley de Compensación, cada quién tiene lo que merece.

Para quienes creen en la reencarnación, el karma es una deuda contraída en otras vidas por haber llevado una vida deshonesta e irresponsable. El nacimiento es una oportunidad que le da la vida para saldar su deuda y poder evolucionar a formas de vida superior.

En realidad no sabemos nada con certeza sobre las otras vidas, lo que sí sabemos que el karma existe en esta vida y que todo lo que hacemos nos marca para bien o para mal. Cada persona se construye a sí misma a través de las decisiones que toma, y, de acuerdo a como es por dentro le va en la vida.

Como nuestros criterios de valoración son muy materialistas, estamos incapacitados para juzgar a quiénes les va bien y a quiénes les va mal. Sólo cada uno conoce los secretos de su corazón. Y, a decir verdad, ni siquiera conocemos los secretos de nuestro corazón, debido a que nuestra realidad profunda es subconsciente.

De lo que sí estamos seguros es que la ignorancia es un karma que se paga caro, que la envidia, el odio y el egoísmo son karmas que trastornan el buen funcionamiento de la mente y del cuerpo y son causa de enfermedades mentales y corporales

La Ley del Karma nos enseña que la naturaleza, la vida, la sociedad, el cuerpo y la conciencia se rigen por leyes y es deber de las personas conocer esas leyes, respetarlas y hacerlas respetar. Todos los problemas que sufre la sociedad se deben al Karma acumulado, debido a la ignorancia y a la falta de conciencia y de responsabilidad de millones de personas.

La Ley del Karma nos invita a ser conscientes y responsables de las decisiones que tomamos en cada momento.

¿Cómo aplicar la Ley del Karma o de Causa y Efecto?
A la naturaleza no le interesan excusas ni promesas, quiere acciones concretas, por tnato, te invito a que hagas tuyas las siguientes decisiones.

1) Hoy observaré las decisiones que tome en cada momento. Y con el simple hecho de observar esas decisiones, las traeré a mi conciencia. Sabré que la mejor manera de prepararme para cualquier momento en el futuro es estar totalmente consciente en el presente.

2) Siempre que haga una elección me formularé dos preguntas: "¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión?" y "¿Traerá esta decisión felicidad y realización tanto para mí como para aquellos a quienes afectará?"

3) Después le pediré orientación a mi corazón, y me dejaré guiar por su mensaje de bienestar o de malestar. Si me siento a gusto con la decisión, seguiré adelante sin temor. Si la decisión me produce malestar, me detendré a mirar las consecuencias de mi acción con mi visión interior. Esta orientación me permitirá tomar decisiones correctas tanto para mí como para todos los que me rodean.