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Editorial 183

 

La conducta es un reflejo de lo que la persona cree...

 

La conducta es un reflejo de lo que la persona cree y ama.

Cada árbol produce fruta de acuerdo a la clase de árbol que es y las personas actúan de acuerdo a sus ideas, creencias y convicciones.

Si la conducta no refleja lo que la persona cree, entonces existe un conflicto de creencias. Es necesario revisar las creencias en conflicto, porque nadie puede vivir en contradicción consigo mismo.

Las personas creen que sus conductas obedecen a decisiones libres y conscientes, pero no es exactamente así. Todas las conductas humanas nacen de la estructura mental profunda. El cerebro recibe mensajes, los interpreta y responde. La respuesta sigue los patrones mentales que ha desarrollado la persona a lo largo de la vida. La estructura mental de cada persona depende básicamente de la educación recibida, de las ideas y valores que ha cultivado y de las decisiones tomadas.

Todo este material está grabado en el subconsciente, de lo cual la persona no tiene conciencia, pero está ahí, está activo, se reorganiza constantemente y tiende a expresarse en la vida diaria. Muchas personas desean cambiar ciertas conductas que les traen problemas pero les resulta difícil o imposible porque su programación mental se lo impide; lo cual indica que las conductas humanas no dependen de decisiones de momento; son producto de la personalidad construída a lo largo de la vida.
En algún lugar hemos hablado de que existen experiencias científicas que demuestran que las decisiones no las toma la persona sino el cerebro.

El cerebro conoce perfectamente los contenidos de la mente y las intenciones profundas de la persona, de modo que, toma en cuenta todos los factores, los procesa y actúa. Después de un instante es que la persona toma conciencia de la decisión tomada.

De aquí la importancia de programar la mente en positivo y de cultivar ideas, creencias, principios, valores y criterios correctos, porque ellos son los que mandan en nuestra vida y determinan la dirección de nuestra conductas.

Las personas nos comunicamos a través del lenguaje, pero la verdadera comunicación se produce a través de las vibraciones que emitimos.

El lenguaje es consciente y podemos manipularlo pero las vibraciones son espontáneas y expresan exactamente lo que la persona es, lo que piensa, lo que cree...

A veces sentimos que existe incongruencia entre lo que dicen las personas y esa sensación interna que nos informa de que algo no concuerda. Lo más seguro es que la persona nos esté mintiendo.

Se supone que las personas se comunican en un 20% a través del lenguaje y en un el 80% a través de las vibraciones. El lenguaje expresa más bien información de tipo intelectual de la cual la persona tiene clara conciencia, mientras que las vibraciones expresan los sentimientos, creencias, valores e intenciones, los cuales escapan al control de la persona.

"Digas lo que digas siempre expresarás lo que eres"

Si deseas mejorar en algo no pierdas tiempo haciendo cosas aisladas y superfluas. El cambio debes realizarlo a nivel profundo de la mente. Lee el tema: Programación mental