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Editorial 178

 


Para controlar la vida es necesario controlar el tiempo

 

Controlar la vida significa controlar el tiempo y esto último significa controlar los eventos que ocurren en la vida. El verdadero punto es: ¿Qué eventos puedes controlar?


La clave del éxito está en enfocarte en los eventos que puedes controlar. Lo cual significa: prever las cosas y estar preparado para actuar a tiempo.


Existen leyes universales y circunstancias que se imponen... y tú no puedes controlar, pero existe un mundo personal que sí puedes controlar.

La vida es un tiempo corto en el cual debes cumplir la misión para la cual fuiste llamado a la vida. Es fundamental tener conciencia del tiempo y hacer buen uso del mismo.


El ser humano puede ver y medir el espacio pero el tiempo es invisible e intangible. Para medir el tiempo necesitamos el reloj. La memoria no guarda recuerdos del tiempo. Lo que recordamos son hechos. La noción de tiempo está asociada a hechos concretos. Por ejemplo, sabes que es mediodía por la intensidad de la luz solar; pero si estás en una oficina que no tiene ventanas necesitarás mirar al reloj. El hambre también te indica que es hora de comer. El cansancio te informa que ya debe ser mediodía. La cantidad de trabajo realizado te da una idea aproximada de la hora que debe ser.


Si quieres ubicarte en tu infancia o en cualquier otra época de tu vida, necesitas asociar ese momento a hechos concretos. Los hechos atrapan el tiempo.


Cuando uno es niño no valora el tiempo porque percibe su futuro como una eternidad, pero a medida que pasan los años parece que el tiempo se acelera.


El tiempo, como todo, es relativo. Para un preso, el tiempo dura mucho; para un alumno que odia las matemáticas, la clase se hace interminable; para quien está inmerso en algo que le agrada, el tiempo vuela.


"Un día con tu Señor es como mil años de los que contáis" Corán 22:47)
Ahora bien. ¿Cómo podemos controlar el tiempo?

Los antiguos no se hacían problemas con el tiempo. Vivían al ritmo de la naturaleza. Contaban el tiempo por lunas, por días... Realmente tenían conciencia del tiempo y lo disfrutaban. El tiempo y los recuerdos eran vividos intensamente y a conciencia. Pero luego la ciencia inventó el reloj y la humanidad comenzó a contar los minutos y después los segundos. Hoy se cuentan hasta las décimas y milésimas de segundo.


Esta sensación de que el tiempo vuela, unida al ritmo de la vida, hace que las personas vivan en una actividad frenética, tratando de lograr mil cosas, como si el mundo se fuera a acabar. Esta concepción del tiempo y esta forma de vida hacen que no tengamos conciencia real del tiempo y que no disfrutemos del momento presente. No estamos en lo que estamos, no echamos raíces en nada, no vivimos nuestra vida, porque nos invade la angustia del tiempo que se va inexorablemente.

 

La prisa la angustia y el estrés son una advertencia que nos invita a tomar el control de nuestra vida, el control del tiempo.


Debemos recordar que nuestro ser se rige por el amor y no por el tiempo. Los más bellos y hermosos sentimientos duran y perduran por siempre a través del tiempo.

El tiempo no puede limitar o hacer desaparecer lo más bello, que son las ilusiones, el amor, la amistad, los anhelos y tantas cosas que sentimos que perdemos por creer que el tiempo llega sólo para arrebatarnos lo más preciado.


La clave del éxito está en enfocarte en los eventos que puedes controlar. Lo cual significa: prever las cosas y estar preparado para actuar de forma eficaz y a tiempo.


Detente, piensa, reflexiona, siente, contempla, admira, vive, ama, crea y disfruta cada momento con intensidad, como si fuera el último de tu vida.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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