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Editorial 165

 


Ley de Herencia


Todos los seres heredan los caracteres físicos y psíquicos de sus progenitores. Estos caracteres han sido perfeccionados a través de numerosas generaciones. Lo bueno se hereda para el progreso de las especies, pero no menos cierto es que también se hereda lo malo.


Hoy somos seres evolucionados, en gran medida, gracias al esfuerzo de nuestros ancestros, quienes lucharon por dejarnos un mundo mejor. El hecho de que estés interesado en este tema, indica que posees un espíritu superior. Indica también que perteneces a una familia y a una genealogía que posee cierto ideales y principios superiores, los cuales se han ido transmitiendo de generación en generación. Esta realidad te compromete y te exige dar la talla. No puedes olvidar el impulso que llevas dentro de ti, el cual te exige crecer para que dejes a tus descendientes las claves de una evolución superior.

Cada persona tienen su genealogía la cual debe conocer a fondo porque constituye la base de la propia identidad. Lo importante de la genealogía no es la sangre azul, ni los títulos nobiliarios, ni la riqueza, sino la calidad humana.

El conocimiento de la genealogía proporciona el sentido de pertenencia a una familia que ha sobrevivido a lo largo de la historia. Tú perteneces a una familia que ha sobrevivido y ha alcanzado alto grado de evolución. De ella has recibido una buena programación genética y mental que te impulsa a superarte. Detrás de ti hay miles de generaciones, cada una de las cuales ha dado un poco de sí para que tú fueras la calidad de persona que eres. Ellos te miran desde el pasado y esperan que los representes en la vida con dignidad y categoría.


Esta realidad hace que tengas un compromiso personal y además un compromiso con tus antepasados y también con las futuras generaciones. Lo que eres no te pertenece únicamente a ti; es patrimonio de una genealogía entera. Al capacitarte y actuar en la vida, sólo estás administrando el capital biológico y humano que tus ancestros han depositado en tus manos.


Además de pertenecer a tu genealogía familiar, también perteneces a la genealogía universal. Todos somos parte del genoma humano universal Todos somos ciudadanos del mundo, hijos de una historia común.


Lo expuesto debe estimularte a ampliar tu visión mental y a comprender lo importante que es tu misión en la vida. No estás obligado a resolver todo pero sí a ser digno de ti mismo.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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