Editoriales

Editorial 157

 


Ley de Evolución


Todo lo que existe lleva inmanente la tendencia y fuerza para convertirse en algo superior.


Las células llevan impresa la orden de sobrevivir y crecer.


Desde el punto de vista filosófico esta ley es una consecuencia de la Ley del Amor que atrae a todos los seres hacia la unidad de su Origen.


Según esta ley, el mundo funciona correctamente. Un pensamiento chino dice: “Deja al mundo como está, porque está bien hecho”


En este momento la humanidad tiene el grado de evolución que le corresponde de acuerdo a las dinámicas que rigen la vida humana. Cada persona y cada país viven de acuerdo al grado de evolución que han alcanzado.


Todas las personas de una sociedad (familia o país) forman un todo, por lo cual, todos se benefician de lo que funciona bien y se perjudican con lo que funcionan mal. Nadie puede “salvarse” independientemente del grupo. Si la gente no tiene para comer, robará al que tiene. Si la gente se siente frustrada, tratará de descargar su rabia sobre los demás. Si la gente no tiene trabajo en su país, emigrará a otro país y no habrá control fronterizo capaz de contenerlos; tarde o temprano lograrán su cometido porque La ley de Evolución que impulsa al ser humano a crecer y progresar no puede ser reprimida de forma permanente.


De aquí la importancia de crear la conciencia de que todos somos parte del todo social (humanidad) y que es necesario que la evolución llegue a todos para que reine la armonía y el progreso que necesitamos.


Esta ideas resultan utópicas en un mundo caracterizado por el egoísmo, pero es necesario sembrarlas en la mente para que maduren y preparen las condiciones para un avance evolutivo. De todos modos la evolución continuará de forma incontenible.


La evolución humana depende en primer lugar de las bases genéticas de la especie. La naturaleza es sabia. Por ejemplo, los niños que nacen ahora son más inteligentes cada día y tienen predisposiciones intelectuales, psicológicas, sociales y espirituales que no tenían los niños de hace unos años. Sin duda, la naturaleza, previendo los cambios evolutivos que se avecinan, produce seres capaces de llevar adelante dichos cambios. Existen los Niños índigos y los Niños Cristal


Hoy existen Niños índigos que vienen dotados de poderes especiales, como la intuición, la telepatía, etc.
Son muy inteligentes, inquietos y creativos. Rechazan la rutina... Tienen mucha energía, les gusta realizar proyectos, inventar... Tienen interés especial por la computación...la ciencia, la investigación.
A pesar de ser muy inteligentes no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales basados en la memorización; sin embargo, les resulta fácil el aprendizaje en forma reflexiva y participativa.
Aman la justicia y la libertad... se rebelan contra la mediocridad y la mentira... no aceptan la imposición y rechazan la manipulación y la deshonestidad. Estos niños crecerán y un día tomarán el control de la sociedad y realizarán los cambios que las viejas generaciones no son capaces de realizar

 

Existe también los Niños Cristal. Son constructores. Podríamos decir que los niño índigos son el equipo de demolición destinado a eliminar viejas estructuras y los Niños Cristal son los constructores.
Un Niño Cristal es un ser de alta vibración y su misión consiste en producir cambios a nivel del mundo. Los padres tienen serias dificutades para entender a un hijo Cristal. Un Niño Cristal tiene un alma sabia y poderosa cuyo trabajo se extiende más allá de los estrechos límites de la familia. El Niño Cristal es un maestro que enseña a sus padres a evolucionar. El Niño Cristal regala a la familia energía, amor y creatividad y requiere ser tratado con amor, respeto y dignidad. Al igual que el niño índigo ama la justicia y la libertad y rechaza la mediocridad, la deshonestidad, el autoritarismo y la mentira...

Todos los niños tienen bastantes elementos de Indigo y de Cristal. Ellos son la esperanza de la nueva sociedad globalizada y ellos provocarán el salto evolutivo que necesita la humanidad. Esta labor no les resultará fácil debido a los intereses creados y a la resistencia natural de las personas al cambio; pero su fuerza interna es tan poderosa y su creatividad tan grande que el cambio está garantizado.


En la futura sociedad exitirán siempre los mediocres, corruptos y desadaptados, pero a la Ley de Evolución no le interesa esta clase de personas, le interesa las personas que constituyen la avanzada de la evolución.

Factores que impulsan la evolución
La clave de la evolución está en el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia


Los adelantos en telecomunicaciones, internet, etc. hacen que la información llegue rápida y de forma masiva a todas partes del mundo. La información es un activador de la inteligencia, de la conciencia y de la evolución.


La globalización permite toda clase de interrelaciones y es una oportunidad maravillosa para el conocimiento mutuo, para madurar como personas y como sociedad y para trabajar unidos. Gracias a las telecomunciaciones y a la globalización, la evolución se acelera cada día.


Esta realidad es una llamada de atención a las personas para que se preparen, conscientes de que los cambios se sucederán cada vez con más rapidez.


Ahora bien
¿Como hacer para evolucionar personalmente?
¿Cuáles son los elementos fundamentales de la evolución?

 

Es necesario adelantarse al futuro y desarrollar habilidades en lectura veloz y comprensiva, razonamiento y creatividad. Estas habilidades permitirán aprender con rapidez y facilidad lo que sea necesario para adaptarse a lo nuevos cambios y resolver los retos.


Además es necesario entender que la esencia de la evolución es el desarrollo de la conciencia.


Los adelantos técnicos y científicos dan la sensación de que la humanidad ha dado un salto quántico en su evolución, pero no es exactamente así. Antes hemos hablado de los niños índigos y Cristal que vienen como abanderados de la evolución. En ellos puedes encontrar las pautas de lo que será la humanidad evolucionada del futuro. Una humanidad capaz y con valores.


En la actualidad se vive una crisis de valores. Los valores constituyen la roca firme sobre la que se asienta la autoestima y el sentido de dignidad. Los valores, la autoestima y el sentido de dignidad proporcionan una fortaleza interna capaz de afrontar con éxito cualquier situación.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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