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Editorial 155

 


Ley del Movimiento


El movimiento es el modo de manifestación universal. La vida es movimiento. La inercia es muerte.

 

Todo se mueve generando vibraciones. Existen elementos que se mueven a gran velocidad, como la luz; otros movimientos son lentos como el desplazamiento de las capas tectónicas. Hay movimientos inmensos, como la expansión del universo; otros movimientos son microscópicos, como los que se producen en el átomo o en los microbios.

 

El movimiento es causa del día y la noche, de la vida y la muerte, de las olas, del viento...Todo vibra en la naturaleza, hasta las rocas y los minerales emiten vibraciones que pueden ser detectadas.

 

El cerebro produce billones de estímulos y de reacciones por segundo, procesa millones de bits por segundo; las células están en actividad permanente: respiran, realizan el metabolismo de los alimentos. Todo vibra.


La palabra entropía significa (transformación, tendencia de las cosas a desgastarse y agotarse) Según la Ley de Entropía, el universo tiende a distribuir la energía de forma uniforme. Los cuerpos calientes tienden a ceder calor, el cual es captado por los cuerpos más fríos. Este proceso conduce al equilibrio de la temperatura en la naturaleza. Las montañas sufren la erosión de los agentes climáticos y tienden a decrecer mientras que los valles se rellenan. Los seres vivos nacen, crecen y mueren. Al morir se desintegran y se convierten en materia elemental, la cual, de alguna forma, seguirá integrándose y desintegrándose en procesos continuos de transformación. "La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma"


P ero en el universo también existe el espíritu. El espíritu no es una entelequia; el espíritu también está en movimiento permanente, en un proceso de evolución.


El espíritu produce energía que se transmite en forma de vibraciones y llega hasta los confines del mundo. El espíritu de Error (odio, envidia, mentira...) genera vibraciones negativas que incrementan la entropía humana; es decir la desorganización de las mentes y de la vida de las personas. El espíritu de Error está asociado a la ignorancia y a la poca evolución moral y espiritual y genera conductas irresponsables. La pobreza, las guerras, el daño al ecosistema, la pérdida de valores, la frustración, etc. son, en parte, consecuencia del proceso evolutivo natural y en parte consecuencia del mal uso del libre albedrío.


El espíritu de Luz vive un proceso evolutivo positivo y genera energía positiva que se irradia y llega a la mente de las personas estimulándolas a evolucionar. Estas vibraciones son invisibles pero reales. Cuando estás con personas que vibran en positivo te cargas de buena energía, te sientes mejor contigo mismo y nace dentro de ti el deseo de superarte. Esta energía puede proyectarse de forma intencional sobre las personas y el efecto puede llegarles sin importar la distancia.


Cuanto más poderoso es el espíritu de Luz, más intensas y poderosas son las vibraciones y más profundo el efecto que producen.


Esto explica el poder que tienen ciertas personas para influir y cambiar las cosas (Buda, Cristo, la madre Teresa de Calcuta...)


Cuántas personas conoces que han influido positivamente en tu vida debido a que han estimulado tu espíritu de Luz; es decir, tu parte buena. El espíritu de todas las personas vibra (en positivo y en negativo) y produce efectos; de aquí la responsabilidad de vibrar en positivo.


Como es lógico el espíritu de Error y el espíritu de Luz están sujetos a las leyes naturales y reciben las consecuencias de lo que hacen.


La Ley del Movimiento rige también la política, la económica y toda actividad humana; por lo cual, es importante conocer la dinámica de la política, de la economía, de la sociedad...para prever y adelantarse al futuro.

Muchas personas desean cambiar el mundo y participan generosamente en asociaciones, lo cual es encomiable; pero el cambio viene de dentro, de la evolución. El mayor bien que una persona puede hacer a la sociedad es ser buena persona. Las personas buenas tienen espíritu de Luz e irradian energía positiva que estimula a la paz, a la solidaridad, a la superación. Las madres poseen una sensibilidad especial y un espíritu de Luz poderoso que se irradia, en principio, sobre sus hijos. Las madres, no importa si son profesionales o no, son las abanderadas del amor, de la entrega generosa, de la paciencia, de la comprensión y de la evolución.


Antes hablamos de ser buena persona. Ser buena persona no significa callar y aguantar. La buena persona es activa. Se esfuerza por ser mejor cada día, defiende la verdad, la justicia y la libertad y trabaja para que reine la paz y la armonía en su vida, en su familia y en el mundo.


La vida es acción, es movimiento, lo importante es incrementar la dinámica del el espíritu de Luz que todos llevamos dentro y convertirnos en líderes del cambio.


La mejor forma para realizarse como persona y contribuir a que exista un mundo mejor, consiste en ponerse a valer; a partir de ahí emitirás vibraciones de alto poder, y, no importa donde estés ni qué hagas en concreto, tus vibraciones se expandirán y de alguna forma ayudarás a muchas personas.

Creo que esta idea hace que nuestra vida tenga más sentido y que valga la pena ser honestos y responsables, sin esperar que los demás lo reconozcan o lo agradezcan. Lo importante es, que siempre se cumple la Ley de Correspondencia, según la cual, cada uno recibe de la vida lo que merece en atención a sus acciones. Así como piensas, y así como actúas, así te sucede.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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