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Editorial 152


Ley de Armonía

 

Todo lo que existe forma parte del universo y todo se relaciona entre sí de alguna forma. Nada ni nadie aislado tiene razón de ser. Cada "elemento" sólo tiene significado en la medida en que se relaciona con el todo. Todo, según esta ley, coopera ordenadamente al plan natural, cumpliendo el papel correspondiente a su naturaleza y grado evolutivo.


La ley de armonía aplicada al cuerpo humano estriba en la justa cooperación de cada órgano al buen funcionamiento general del mismo, lo cual se traduce en salud.


La ley de armonía aplicada a la vida social exige que cada individuo sea fiel a su propio desarrollo y además cumpla una función social. La armonía social supone la necesidad de un principio de orden superior que sea capaz de conciliar los intereses de todas las personas.


Entre la armonía y el caos existe una gama de estados intermedios. El objetivo es alejarse del caos y acercarse a la máxima armonía. El caos desde el punto de vista humano significa: desorden, fracaso, frustración; mientras que la armonía significa: desarrollo, equilibrio, eficacia, éxito, felicidad.


Los seres humanos sólo podemos alcanzar una armonía relativa debido a que vivimos en un proceso de desarrollo y la lucha de los contrarios (personal y social) nos hace vivir en la incertidumbre

Las culturas orientales valoran mucho la armonía basada en el respeto a sí mismo, en el respeto a los demás y en el respeto a la naturaleza. La cultura occidental es más racionalista y competitiva, lo cual atenta contra la armonía.


La humanidad ha vivido en crisis permanentes. El camino de la historia, desde sus orígenes hasta hoy, está regado de sangre y no hay que hacerse ilusiones pensando que algún día sonarán las trompetas de la paz definitiva. La Ley de Polaridad o Ley de Los Contrarios nos recuerda que la vida es una lucha sin tregua en todos los aspectos; lo importante es alejarse del caos y avanzar lo más posible hacia la armonía personal y social.


Al observar la ignorancia y la pobreza que aquejan a la sociedad da la sensación de que estamos retrocediendo, pero no es así, la historia no tiene marcha atrás, las leyes de evolución impulsan a crecer. Todas las células de nuestro ser llevan impresa la orden de crecer. La sociedad crece cada día de forma irreversible y se prepara para dar nuevos pasos en el camino de la evolución. Los niños nacen cada día más inteligentes, lo cual garantiza que sabrán abrir caminos nuevos.


Las crisis permanentes que vive la sociedad son señal de salud. Las crisis indican que algo anda mal y estimulan a realizar los ajustes necesarios antes de que las cosas se compliquen. Una crisis pequeña indica la existencia de un problema pequeño y una crisis grande advierte de la existencia de un gran problema. Las crisis en sí no son malas, así como tampoco son malos el dolor o la fiebre que informan de un desajuste corporal. Si no se manifestara el dolor o la fiebre la persona no podría defenderse y moriría; de la misma forma, si no existieran las crisis, las personas y la sociedad desaparecerían.


Las crisis ponen a prueba la capacidad de supervivencia de las personas, de la familia, de las sociedades y de las culturas; obligándoles a sacar lo mejor de sí, a realizar ajustes en muchos aspectos, a establecer pactos de convivencia y a diseñar proyectos más inteligentes, más justos y más humanos.


Como es lógico, toda crisis es molesta y, con frecuencia, dolorosa. En las crisis mueren muchas cosas inútiles y también muchas cosas importantes. Mueren ideas, ilusiones, sentimientos, proyectos, instituciones, y, hasta personas.


Para que no existan crisis es necesario que las personas y la sociedad aprendan a adaptarse de forma constante y que todos los seres humanos tengan acceso al conocimiento y a la libertad. Pero esta posibilidad es pura utopía, debido a que la suerte ya está echada; las cuotas de riqueza y de poder ya están repartidas; los poderosos se resisten a compartir y los pobres no tienen interés por superarse como personas, debido a su estado de alienación, lo cual les veda el acceso a la riqueza. Dadas estas premisas, las crisis seguirán.


A través de las crisis se drenan las injusticias y los errores cometidos por la sociedad.


Todo lo que funciona bien está protegido contra las crisis, al igual que el cuerpo sano está protegido contra las enfermedades. ¿Cuál es la razón? Tiene las defensas altas. Es como un castillo inexpugnable.


¿Qué función tienen las crisis?

Las crisis tienen una función similar a la del tiburón, limpiar la sociedad de todos los desechos humanos. No temas al tiburón de la crisis; teme más bien, a no estar a la altura para superar las crisis.


El devenir, los contrarios y las crisis, son los grandes impulsores de la evolución.

La historia humana es un compendio de conflictos y guerras, a través de los cuales, los más poderosos han subyugado a los débiles. Este es un hecho que se da también en el reino vegetal y en el reino animal.


La ignorancia, pobreza y violencia que sufre la sociedad generan pesimismo y pone en entredicho el Principio de Evolución. Sin embargo, la experiencia indica que la humanidad evoluciona de modo irreversible hacia formas de vida más perfectas.

La garantía de que la humanidad evoluciona está en la Causa Primera, la cual no puede fracasar y en las Leyes Genéticas que impulsan al desarrollo. Estas leyes escapan al control del hombre, que es el único que puede interferir en la evolución.


La sociedad hace a los seres humanos y, de acuerdo a la Ley de Correspondencia, los seres humanos hacen a la sociedad.


Hitler fue hechura de la sociedad, de la educación que recibió y del apoyo que le brindó la sociedad alemana. El autoritarismo, el fanatismo y el racismo de Hitler se alimentó de la sociedad y, al final, la sociedad pagó las consecuencias, debido a la Ley de Correspondencia y de Causa y Efecto.


Esta experiencia fue una lección y una advertencia para que trabajemos unidos en la eliminación de las causas que conducen al caos y en crear las condiciones que conducen a la armonía.


El único camino para alcanzar la armonía consiste en que, cada persona en particular, y la sociedad unida, desarrollen una conciencia personal y una conciencia social. Lo cual supone trabajar en el desarrollo de sí mismo y en el desarrollo de los demás. Una vida sin proyección social carece de sentido.

Ni tú ni yo podemos cambiar la historia pero sí podemos lograr que haya dos fracasados menos y dos triunfadores más.


La historia humana es un proyecto a largo plazo. El único que puede cambiar las cosas "ya" es la Causa Primera ; la cual no lo va a hacer porque ésta es una tarea de los seres humanos, pero ellos tampoco lo pueden hacer "ya", porque la vida es devenir y cada generación sólo puede dar un paso adelante.


La propaganda vende ilusiones, esperanzas, expectativas y oportunidades fáciles y las personas trabajan sin descanso para satisfacer infinidad de necesidades creadas, comprar cosas que no necesitan, mantener un estatus, aparentar lo que no son, buscar en otros lugares la felicidad que no encuentran dentro de sí, etc. etc. En una sociedad como ésta, no puede existir armonía.


En el universo existe una armonía preestablecida que depende de las Leyes Universales. Todo está sincronizado como las piezas de un reloj. En el mundo vegetal y en el mundo animal existe una armonía perfecta que garantiza el equilibrio ecológico. Sólo ocurre lo que debe ocurrir. El problema de armonía sólo se plantea en el mundo de los seres humanos. Los seres humanos somos los únicos "depredadores" del universo capaces de romper la armonía.


Es importante aprender desde niños a reconocer y apreciar la armonía que existe en todo, en el amanecer, en la puesta del sol, en el mar, en la música, en la danza y en el comportamiento de los animales) pues esta capacidad ayuda a valorar las cosas desde un nivel superior.


La armonía existe en los sonidos, en las líneas, en las formas, en los colores, en el movimiento. La armonía es sinónimo de perfecto. Es característica de todo lo que funciona bien.
Armonía corporar (buen funcionamiento, salud)
Armonia afectiva (salud mental, paz, autoestima, felicidad)
Armonía intelectual ( equilibrio entre conocimiento, expericnecia y sabiduría)
Armonía personal (equilibrio, madurez, desarrollo...)
Armonía familiar (Amor, convivencia, paz...)
Armonía social (convivencia, justicia, paz...)
Armonía moral (principios, valores, honestidad, responsabilidad...)
Armonía espiritual (fe, transcendencia...)

 

La ley de Armonía preside la vida de los seres humanos y según esta ley, sólo quienes funcionan de acuerdo a las leyes naturales que rigen la evolución, pueden alcanzar sus objetivos de forma exitosa. Los demás están condenados a vivir en el caos


Son muchas las personas que viven en un caos afectivo, económico, social...


Vivimos en una sociedad mediocre, desorientada y competitiva. Es importante que encuentres la forma de proteger tus principios, tus valores y tu equilibrio mental. La armonía es uno de los valores más importantes de la evolución humana. Está asociada al desarrollo, al éxito, a la paz y a la felicidad


Recuerda que las ideas no cambian el mundo; es necesaria la acción


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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