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Editorial 115

 


Cómo superar los temores

 

El miedo no existe como realidad. Es una "ilusión" que tú has creado; por lo cual, la solución está en cambiar de perspectiva.


El miedo sólo existe en tu mente porque crees en él. Se disfraza de muchas formas y tiene muchos nombres.


Los temores son un S O S que informa y advierte de que algo anda mal. Los temores son sentimientos y contra ellos, poco pueden el razonamiento o la voluntad; más bien, cada vez que piensas en los temores, los conviertes en centro de atención, con lo cual, se fortalecen más. Por tanto, olvídate de tus temores; no pierdas tiempo en destruirlos, no los tomes en cuenta y morirán de inanición.


La oscuridad no desaparece por más que la golpees; pero, cuando llega el sol, se disipa como por arte de magia.


Los temores ocupan el lugar que debería llenar la autoestima. Construye una imagen de ti, clara, brillante, simpática y poderosa y comprobarás que ningún temor puede detenerte en el camino hacia el éxito.


Nadie puede hacerte daño si tú no lo permites.


Lo desconocido causa miedo. A medida que nos familiarizamos con los “objetos” del temor, estos se vuelven menos peligrosos; por tanto, no huyas de los temores, porque estarás condenado a huir por el resto de tu vida. Enfréntelos. Acércate a ellos, de forma progresiva; es decir, sin forzar las cosas y descubrirás su inconsistencia.


Visualiza el temor cómo un gigante y luego, observa como se empequeñece hasta convertirse en un muñequito insignificante. Realiza este ejercicio cuantas veces quieras.


Controla la imaginación porque tiende a magnificar y dramatizar las consecuencias negativas y a crear las condiciones propicias para el fracaso.


Mejora tu filosofía de la vida. Si concibes la vida como competencia; te sentirás obligado a ganar siempre y vivirás bajo el signo del riesgo y del peligro, y, por tanto, bajo muchas formas de temor. En cambio, si piensas que sólo estás obligado a hacer lo que puedes hacer, entonces, te aceptarás como eres; aceptarás tu situación y tus límites; aceptarás a la gente como es, con lo cual te liberarás de responsabilidades inútiles.


Sé humilde, compresivo, tolerante y acepta la vida y las personas como son. Al concebir la vida en forma más simple y más humana, los temores pierden ese aspecto peligroso y trágico.


En realidad, el temor procede de la duda que tiene el ser humano de poder satisfacer las exigencias impuestas por el Súper yo (Padre). Cuando se descubre que esas exigencias impuestas no tienen que ver con la realidad de la vida, pierden validez. Al liberarse de esa responsabilidad inútil y dañina, desaparece el temor.


Por tanto, recomendamos profundizar en el conocimiento de la estructura psíquica y purgarla de muchas exigencias inútiles y absurdas que son la raíz de los temores. En el capítulo que habla sobre el temor a la conciencia (136) encontrarás ideas para liberar tu mente de responsabilidades que poco o nada tienen que ver con la realidad actual.

Métodos para superar los temores
Cada teoría le ofrece una pauta específica que le ayudará a combatir los temores de forma creativa y eficaz

 

TEORíAS


Thorndike.
Descubrió la Ley del Efecto : “Cuando un estímulo es seguido por una respuesta satisfactoria, se fortalece la conexión entre el estímulo y la respuesta”. El éxito fortalece una conducta; por tanto, la superación del miedo escénico, sólo podrá lograrse a través de éxitos progresivos.
También descubrió la Ley del Ejercicio según la cual, la eliminación de una conducta negativa (temor) o la adquisición de una conducta positiva (seguridad) exigen ejercicio constante, hasta adquirir el hábito, la experiencia y la habilidad.


Guthrie
Ideó el “Método del umbral ” para corregir las conductas indeseables.
En psicología se define la palabra umbral , como la cantidad mínima de excitación, necesaria para que la persona perciba un estímulo y umbral diferencial , como la variación mínima, de la intensidad del estímulo, necesaria para que el sujeto perciba un cambio en la intensidad del estímulo.
Este método progresivo resulta muy eficaz para corregir las conductas indeseables. Ayuda a la persona a avanzar sin temor, siempre con un pie en tierra firme. Se trata de realizar ejercicios sencillos, sin preocupación y sin responsabilidad alguna, ya que el único objetivo es adquirir habilidades. Las experiencias de éxito irán desplazando al temor.


Skinner
Recomienda utilizar el “Método del refuerzo”. Cuando se elimina un estímulo negativo, como la crítica, la evaluación, la opinión de los demás, etc. y actuamos con libertad; entonces desaparecen los efectos emocionales negativos, como es el temor y surgen las conductas deseables, como hablar sin temor, etc.
Existen los reforzadores continuos , como son los ejercicios sencillos resueltos con éxito y los reforzadores periódicos (actuaciones de mayor relieve seguidas por éxitos significativos)
La experiencia de éxito es indispensable para recuperar la confianza.


Müler
Cree que el aprendizaje de las conductas positivas depende fundamentalmente de l a motivación.


Lewis
Considera que la clave para el desarrollo de una conducta positiva es el deseo. El que posee el deseo intenso de superar un temor, encontrará la forma de alcanzar su objetivo. Así lo demuestran infinidad de casos de personas impedidas que ha logrado triunfar en contra de todo diagnóstico.


Tolman
Afirma que, si bien el ser humano responde a estímulos procedentes del medio externo, su conducta fundamental obedece a creencias, sentimientos y actitudes y está orientada al logro de metas que satisfacen sus aspiraciones.
Según Tolman son las metas las que dan unidad y significado a la conducta humana. Si la persona tiene fe y metas definidas, podrá superar el miedo escénico y todos los obstáculos que se interpongan en el camino hacia sus metas. “Dime hacia dónde vas y te diré quién eres”.


Hull
Considera que la magnitud del éxito es determinante para la adquisición de una conducta. Existe un principio natural según el cual, los seres vivos tienden a acercarse a aquello que les proporciona satisfacción y a alejarse de lo que les causa dolor. Pero resulta difícil alejarse del miedo escénico porque lo llevamos dentro y forma parte de nosotros; por tanto, hay que prepararse para actuar y obtener éxitos significativos. La acción significa riesgo y algunos fracasos, pero éste es el precio que tenemos que pagar por el aprendizaje; de todos modos, el peor de todos los errores es el no actuar.


Holland
“La mayor motivación para eliminar una conducta indeseable o adquirir una conducta positiva está en el deseo de autoafirmación y de respeto hacia sí mismo que todo ser humano anhela y necesita”.


Richard Bandler
Nos ofrece una técnica de visualización para sustituir una imagen personal devaluada por otra imagen de autoestima y seguridad.


¿Cómo aplicar la técnica de la visualización para superar los temores?
Visualiza una gran pantalla llena de espectadores, mientras tú, un enano insignificante sientes pánico, pero de repente comienzas a crecer, mientras que la persona o personas se reducen a su mínima expresión. Ahora nadie puede hacerte daño.


Este ejercicio debes repetirlo con frecuencia. Después de un tiempo será suficiente con visualizar la última imagen; tú inmenso frente a un temor insignificante. También puedes visualizarte en la pantalla aplastando al temor como lo harías con un gusano


Para que las visualizaciones sean eficaces, deben realizarse con fe, emoción y constancia, pues se trata de desarraigar sentimientos muy fuertes.


La visualización debes aplicarla a todo lo que deseas lograr. Se trata de exalzar tus cualidades y buenos deseos y minimizar lo negativo.Lo grave no es tropezar y caerse. Lo verdaderamente grave es quedarse en el suelo llorando y lamentándose.


Otras técnicas para superar el temor


1.Crea una imagen positiva de ti mismo

Debe ser una imagen atractiva y triunfadora. Esa imagen es válida en sí misma y no puede ser dañada por errores o fracasos. La imagen que cada uno tiene de sí mismo crea las condiciones para que se den las cosas. De aquí la importancia de alimentarla todos los días.


2. No alimentes el temor
El poder del temor depende de la importancia que cada uno le da. Una conducta no alimentada tiende a desaparecer. El temor se alimenta cada vez que la persona piensa en él con angustia y preocupación. Cuanto más intensa es la angustia, más se fortalece el temor. Por tanto, comienza por descalificarlo, por verlo como algo irracional, inconsistente, carente de existencia propia, pues sólo existe en tu fantasía, porque tú lo has creado y lo alimentas, pero de la misma forma, puedes reducirlo a la nada.


3. Acción. Acción. Acción
Hay que reaccionar contra las programaciones inhibitorias, tales como ¡cuidado!, ¡evita!, ¡qué dirán!; grabadas a través de la educación, las cuales han resultado ineficaces y son causa de tanto dolor y frustración.
Hay que actuar. La acción conlleva un riesgo, pero es la única forma de adquirir experiencia y capacidad para vencer las dificultades de la vida. No te preocupes si pierdes alguna batalla; lo importante es aprender cada día para al final ganar la guerra.
Es indispensable establecer un plan estratégico para reducir cada temor. Pero resulta más eficaz el trabajar en adquirir la cualidad opuesta al temor.


4. Condicionamiento verbal
El condicionamiento verbal consiste en repetirse mensajes con fe, relax y amor, con el fin de reducir el temor.
Todo cambio se inicia en la mente, por tanto hay que comenzar por elaborar una imagen, clara y valiosa de sí mismo, con el fin de elevar la autoestima.

 

Existen mensajes poderosos como:
Soy necesario y tengo una misión en la vida.
Soy irrepetible, nadie puede ocupar mi lugar.
Soy universal , pertenezco a la historia, soy parte de la humanidad
Soy buena persona , creo en Dios, en la bondad de la gente y creo en mí. Soy inteligente y estoy triunfando en la vida.
He nacido para ser feliz
etc. etc. etc.

 

Estos mensajes están elaborados con “ palabras fuerza ”, así llamadas, porque están llenas de significado y de emotividad, debido a la importancia vital que tienen. Deben ser repetidos constantemente, hasta que se conviertan en convicción, es decir, en una forma habitual de ser, de sentir y de actuar.


Si “una mentira repetida cien veces se convierte en verdad”. Cuánto más poder tendrán tus palabras, que son verdaderas, que nacen de lo íntimo de tu corazón y que tratan de liberar tu espíritu.


Lo ideal es que elabores con cuidado tus propios mensaje, siempre en positivo. Deben significar mucho para ti y al pronunciarlos debes sentir su poder, como una fuerza que te llena de energía, de valor, de convicción y decisión. No te preocupes por el resultado inmediato; confía y deja que el tiempo haga su labor lenta, pero profunda y eficaz. Estos mensajes son decretos y por tanto, se harán realidad.


Si tienes fe en Dios, apóyate en El y utiliza toda la fuerza espiritual para incrementar tu autoestima y tu dignidad; de modo que, nada ni nadie te detenga en el camino hacia el desarrollo y hacia el éxito final.


“No podemos resolver un problema desde el nivel en que se ha engendrado” Stephen Covey. Por tanto, no podemos enfrentar el miedo desde el miedo. Necesitamos salir de su radio de acción y construir una imagen nueva, basada en valores, creencias, metas, y autoestima, que nos ayude a estar por encima de las contingencias.


Todo “problema o fracaso” es el resultado de una idea errónea, de una incongruencia, de una falta de lógica. Por tanto, la solución está en cambiar el signo de la idea, en ser congruentes y lógicos.
Antes de seguir adelante, haz una lista larga, de todos tus cualidades. No tengas prisa. Este ejercicio es demasiado importante para hacerlo a la ligera.

Ahora, reflexiona sobre todo lo que has anotado. Son tantos tus atributos y cualidades, que ante ellos, resultan insignificantes los errores que puedas cometer. ¿ No te parece ridículo el preocuparte por el qué dirán, por...por...? Tú valor está más allá de los errores pasajeros.


Acepta que nadie es más ni menos que tú. Si piensas que eres superior a los demás, estarás obligado a demostrar tu superioridad y vivirás con temor, porque es difícil mantener el reto. Y si crees que eres menos que los demás, de poco te servirá el esfuerzo que realices para superar el temor.


Acepta que todos somos iguales, que en cada momento corremos el riesgo de errar, pero ni el acierto ni el error, determinan el valor de una persona; estos son hechos circunstanciales. Una persona se define por sus valores, por sus actitudes y por sus metas. Estas son las verdaderas fuerzas, que modelan la personalidad y determinan su trayectoria en la vida.


La gente buena te comprende y te respeta; los demás no merecen tu atención y menos tu preocupación.


Haz con frecuencia una afirmación del derecho que tienes a ser como eres y a equivocarte en la vida. Libérate de la preocupación por agradar a los demás y de satisfacer sus expectativas. Sé consecuente y fiel a tu propia conciencia.


Recuerda que, la “responsabilidad”, “la imagen” y el “prestigio”, se convierten en trampas mortales, cuando permitimos que los demás nos evalúen.


Síntesis de las principales teorías relacionadas con el aprendizaje de las conductas:

Thorndike: Ley del efecto y Ley del ejercicio.
Guthrie: Ley del umbral.
Skinner: Ley del refuerzo.
Müler: La motivación.
Lewis : El deseo.
Tolman: Las metas.
Hull: La magnitud del éxito.
Holland : El deseo de autoafirmación y autorespeto.
Bandler : La visualización.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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