Editoriales

Editorial 68


Conoce a las personas


"Habla joven para poder conocerte" Sócrates

Los niños son espontáneos y sinceros pero pronto los padres les enseñan a ser prudentes y a ocultar sus ideas y sentimientos con el fin de "adaptarse" y expresar sólo lo que es bien visto por la sociedad. De esta forma las personas van creando numerosas máscaras para utilizar en cada momento la que es más conveniente. De tanto fingir y aparentar las personas terminan por desconocer su imagen verdadera. Terminan por perder su verdadera identidad. En la naturaleza todo a se expresa tal como es, sólo el hombre miente, engaña y traiciona.


¿Por qué los seres humanos creamos máscaras?


La intención es protegernos de la curiosidad de los demás, ocultar nuestras debilidades y mantener nuestra privacidad e independencia respecto de los demás. En el fondo las máscaras son propias de una sociedad insegura y temerosa que vive a la defensiva. Cuanto más hipócrita es la gente, más sofisticadas son las máscaras que utiliza. Hay personas que desarrollan una habilidad increíble para mentir y engañar.

La hipocresía y la honestidad son conductas aprendidas en el hogar. Los niños observan a sus padres y aprenden de ellos las conductas a seguir por considerar que son buenas y ayudan a triunfar.


Muchos padres enseñan a sus hijos a fingir sin darse cuenta del daño que les causan a futuro. A los niños hay que enseñarles a ser prudentes y a callar muchas cosas pero no a fingir porque la hipocresía genera otros muchos defectos como son la desconfianza, el engaño, la traición y distintas formas de corrupción, debido a que la falta de honestidad revela carencia de principios y de valores sólidos. El hipócrita es deshonesto y adapta la moral a su conveniencia.


Las personas honestas tienen credibilidad, la gente confía en ellas La honestidad es fundamental, a nivel personal, para el desarrollo de la autoestima y de la dignidad y a nivel social, para la confianza, la amistad, el respeto y el apoyo de la gente. La imagen es fundamental para triunfar en cualquier aspecto.


Cada día la sociedad es más ajena y más extraña. La globalización nos agrupa físicamente pero nos distancia humanamente. La competencia y la prisa hacen las relaciones más frías y distantes...Queda poco tiempo para la intimidad, para la amistad y para el reconocimiento mutuo de las personas.

Cada día somos más extraños para los demás y desconfiamos de la sinceridad de las palabras y de los sentimientos de la gente. En esta situación la honestidad adquiere un valor especial.

 

La honestidad consiste en comportarse con coherencia de acuerdo con los valores de verdad y justicia.

La honestidad significa que no hay contradicciones entre los pensamientos, las palabras y las acciones.


El mayor problema para el entendimiento humano es la desconfianza porque dificulta el diálogo, el entendimiento, la colaboración y la convivencia, porque nunca podremos estar cerca de los demás y los demás no querrán estar cerca de nosotros, debido a que la falta de honestidad está asociada a la traición. Nadie oculta sus intenciones si no es para traicionar.


¿Cómo conocer a las personas?

Todo lo que sentimos o pensamos produce vibraciones positivas o negativas que se irradian en todas direcciones y producen efecto, comenzando por la persona que las produce. Las vibraciones llevan mensajes que son percibidos por las demás personas. Estos mensajes son percibidos básicamente a nivel subconsciente; pero hay algo en las vibraciones es captado a nivel consciente, lo cual les permite sentir si existe coherencia o no, entre lo que dice la persona y lo que siente y piensa.


La coherencia entre los mensajes y la expresión corporal es indispensable para la credibilidad. Para que exista coherencia es necesario ser honesto. Podemos controlar y falsificar la palabra porque depende del hemisferio izquierdo (consciente y racional) pero no podemos manipular la expresión corporal porque depende básicamente del hemisferio derecho (intuitivo) el cual escapa al control humano.


De aquí la importancia de ser honesto no sólo por razones éticas sino por interés. La honestidad es la garantía del matrimonio, de la amistad y del éxito profesional. Nada importante se puede construir sobre la mentira porque tarde o temprano se viene abajo como un castillo de naipes.
Hay mucha gente deshonesta que logra "sobrevivir y triunfar" pero su vida es una farsa. Una de las cosas más tristes de esta vida es no poder ser lo que se aparenta y vivir siempre con la angustia de ser descubierto.


Cada quién piensa de los demás de acuerdo a la clase de persona que es. "El ladrón piensa que todos son de su condición" Las personas honestas piensan que los demás son honestos...Debemos estar conscientes de la realidad y aprender a distinguir quién es quién, sobre todo si establecemos una relación en la que se juegan intereses. Debemos analizar el lenguaje, el cual expresa mucho más de lo que dicen las palabras. A veces es suficiente una palabra para darse cuenta de los verdaderos sentimientos de las personas. Es también importante aprender a percibir detalles de su expresión corporal, sus gestos, su mirada. Como ya indicamos la expresión corporal delata a las personas.


Resulta muy útil, una vez terminado el encuentro, visualizar con calma los hechos y analizar las palabras, actitudes, gestos...Te sorprenderás de las cosas que puedes descubrir.


Todo lo dicho no debe llevarnos a desconfiar por sistema. Es preferible confiar aunque a veces nos engañen, pero también se trata de ser objetivo, prudente y astuto, sobre todo cuando están en juego intereses importantes. La ingenuidad se paga cara.


Es importante conocer el esquema mental de las personas, es decir su f ilosofía de la vida para evitar entrar en confrontaciones inútiles y para saber qué podemos esperar de cada persona.

 

El conocimiento de la estructura de la mente humana te ayudará a conocer mejor a las personas y a manejar la relación con ellas.



Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus