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Editorial 41


Lenguaje asertivo


La palabra asertivo significa: Afirmativo, lógico, ético, estimulante, inteligente, persuasivo, convincente, comprensivo, tolerante, solidario, productivo, eficaz, exitoso, feliz. Ausencia de: duda, ignorancia, queja, culpa, crítica, envidia, temor, egoísmo, agresividad y mentira.

Nadie puede ser asertivo sin un grado suficiente de desarrollo. Sólo una persona realizada puede percibir, sentir, ser, pensar, hablar y actuar en forma asertiva.


La asertividad más que un concepto es una actitud vital. Aunque todos percibimos el mismo mundo, cada uno lo percibe de acuerdo al conocimiento y experiencia que tiene del mismo.


La sabiduría popular resume esta verdad en forma muy gráfica: “El mundo es del color del cristal con que se mira”. Arturo Uslar Pietri, nos lo define en una forma más literaria " El mundo es para cada uno del tamaño de su vocabulario”.


Las palabras son imagen. Cuando hablamos, creamos mentalmente las cosas, las situaciones....
La palabra es también idea, la idea cultivada se convierte en convicción y ésta en decisión.


La palabra es sentimiento ; un sentimiento cultivado se convierte en emoción y en acción. Por tanto la palabra además de imagen, idea y sentimiento es creación, decisión, acción.


El vocabulario depende en gran medida de la educación recibida y de las experiencias posteriores. Es a través del propio vocabulario que las personas perciben los mensajes y las cosas.


Las cosas y las palabras son iguales para todos desde el punto de vista de la forma externa, pero cada uno las percibe a su modo, de acuerdo a la carga intelectual y afectiva que contiene su lenguaje. El lenguaje humano posee un código intelectual y otro afectivo, por eso al hablar expresamos a la vez ideas y sentimientos.


¿Por qué unas personas tienen un lenguaje asertivo y otras no?

Quienes han sido educados con respeto y con amor, perciben el mundo en positivo, sienten, piensan y actúan en positivo; mientras que, quienes poseen carencias educativas graves, perciben la vida en forma negativa y su lenguaje expresa su experiencia negativa.


Esta experiencia personal es determinante en la vida. Donde unos fracasan otros triunfan, por tanto, el éxito depende de las circunstancias internas de cada persona más que del entorno.


Una de las leyes que rigen el mundo es la Ley de Polaridad o Ley de los Contrarios. Existe un abanico inmenso de posibilidades enmarcadas entre dos polos opuestos.


En la medida en que las personas se acercan al polo negativo, se identifican con las ideas, sentimientos, lenguaje y conductas, propios de esa realidad. Nadie desea en forma consciente acercarse al polo negativo, porque las consecuencias son siempre dolorosas, pero existen fuerzas oscuras que impulsa al hombre hacia la autodestrucción.


En la medida en que las personas se acercan al polo positivo, tienden a actuar de acuerdo a mecanismos de desarrollo.


Las ideas, sentimientos, conducta y lenguaje, forman un todo y no puede existir contradicción entre ellos. No podemos pensar en negativo y sentir, hablar o actuar en positivo. Por tanto, al hablar de lenguaje asertivo, nos estamos refiriendo también a las ideas, sentimientos y conductas.


El lenguaje asertivo supone congruencia, autenticidad, sinceridad, ética, valores, proyectos y metas importantes.


Lee con atención y piensa cómo se sentirán las personas que viven cerca de estos polos: Pobreza, enfermedad, odio, muerte, ignorancia, soledad, esclavitud, fracaso. Estas palabras contienen los “desechos de la vida”; son la negación del desarrollo, del éxito y de la felicidad. Por tanto, las personas programadas con este lenguaje, sólo pueden “vomitar”, odio y violencia.
Ahora, lee y piensa lo bien que se sentirán las personas que se identifican con los siguientes valores: Salud, riqueza, amor, vida, sabiduría, amistad, libertad, éxito, felicidad.
Estas dos posiciones son extremas y no se dan en el ser humano. “Nadie es tan malo y nadie es tan bueno”.
En términos generales, el lenguaje utilizado por las personas es crítico y represivo en un noventa por ciento y asertivo en sólo un diez por ciento. Esto tiene una explicación. La sociedad es envidiosa y competitiva; es consciente de que el lenguaje asertivo es el mayor poder sobre la tierra, pues tiene el poder de liberar la conciencia de la ignorancia, del temor, del egoísmo y de convertir a las personas en líderes. Y un líder es “peligroso”, porque tiene el poder, la necesidad y el valor de luchar por su libertad y por la libertad de los demás. Un líder asume el compromiso del cambio social y esta posibilidad asusta a la sociedad mediocre y perezosa. La sociedad se defiende ahogando todo deseo de desarrollo y de libertad a través de un lenguaje crítico y represivo.


“Somos lo que somos, porque pensamos como pensamos y hablamos como hablamos”. Nuestros pensamientos y nuestras palabras nos modelan lenta pero profundamente.


Si te pido que te repitas el mensaje: "Soy idiota , soy idiota, soy idiota" no lo vas a hacer, porque va en contra de tu dignidad; porque sabes que encierra veneno. Y si te pido que te repitas el mensaje:"Soy un triunfador, soy un triunfador, soy un triunfador" Sí lo vas a repetir porque te transmite poder y bienestar.


Ahora, imagina el bien que hace el hecho de tener habitualmente ideas, sentimientos, deseos y lenguaje positivos y el daño que se causa a sí misma y a los demás una persona que vive angustiada, amargada, quejándose y lamentándose de todo.


Los medios de comunicación social, conocedores del poder de la palabra y del pode de la imagen, nos bombardean constantemente con mensajes consumistas de “productos” para convertirnos en adictos a los mismos.


¿Por qué no aprovechar el poder de palabra?

El lenguaje positivo produce vibraciones superiores, que actúan como aura protectora y además, generan energía positiva, la cual estimula al emisor y llega sin obstáculos a la mente y al corazón de las personas.


Es conveniente elaborar mensajes en positivo y repetirlos constantemente hasta que se conviertan en una creencia firme. La T.V. conocedora del poder de la imagen y del lenguaje nos bombardean a cada momento con mensajes poderosos.

El lenguaje delata a las personas y expresa todo sobre ellas: Sus valores, creencias, sentimientos, intereses, nivel cultural... “De la abundancia del corazón habla la boca”. “Habla joven para poder conocerte” Sócrates.

La humanidad ha tardado miles de años para adquirir un nivel de educación aceptable. El lenguaje es el elemento fundamental de la evolución y de la cultura, por lo que resulta lamentable que personas “inteligentes” y preparadas, pierdan su categoría, al utilizar un lenguaje vulgar.

 

Además del lenguaje vulgar existen otros lenguajes de bajo perfil, como criticar, quejarse, acusar, culpar. Este lenguaje es propio de personas frustradas, por tanto, cuide su lenguaje porque al hablar deja al descubierto su verdadera personalidad.


Aléjate de las personas de bajo perfil, porque tienes poco que ganar y mucho que perder, por eso de que “Una manzana podrida...”


El lenguaje está cargado de mensajes que pueden ser el alimento del espíritu o el veneno que mata ilusiones y esperanzas.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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