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Editorial 18


La Felicidad


"Cuando estés en paz contigo mismo y con el mundo que te rodea, la felicidad vendrá a ti sin buscarla " Lao Tse

El objeto de la vida es el desarrollo y la felicidad; por lo cual, todo lo que logres fuera de este contexto carece de sentido.


La mayor felicidad es la experiencia profunda del propio desarrollo, de sentirse bueno, capaz y poderoso. De esta experiencia derivan los demás bienes, como son: salud, sabiduría, autoestima, seguridad, inteligencia, motivación, éxito...


La felicidad es un anhelo y una necesidad para crecer. Nadie puede crecer en ausencia de felicidad; por lo cual, la felicidad es un derecho y también un deber.


"La felicidad está más en el camino, que en el logro de la meta”.


Está en la fe, en la ilusión y en la esperanza que animan la vida, más que en el logro de objetivos concretos. Es como una luz al final del camino.


Para los filósofos antiguos la felicidad estaba en superar la ignorancia y los temores, en vencer las pasiones y en liberarse de de las necesidades superfluas.


Para el filósofo Kant, la felicidad se identifica con la virtud, con la sabiduría y con la prosperidad.
Si bien es cierto que cada persona tiene un concepto muy personal sobre el éxito y la felicidad, también es cierto que existen parámetros reconocidos universalmente, los cuales están basados en la lógica y en la experiencia.

Existen experiencias cumbres que corresponden a los momentos más felices de la vida. Maslow, después de analizar las experiencias cumbres de más de cien personas, encontró que, en esos momentos, las personas se sentían plenas de alguna de las siguientes características: verdad, belleza, paz, armonía, alegría, bondad, libertad, autosuficiencia , etc. Por tanto, si deseas ser feliz necesitas sintonizar con estos valores.


La infelicidad de muchas personas se debe a su actitud negativa, a que se comparan con quienes tienen más que ellas y alimentan expectativas que están fuera de su realidad, en vez de valorar tantas cosas importantes que poseen, como son: La vida, la salud, la libertad, etc. etc. ¿Cuánto daría un ciego por ver o un paralítico por caminar?


Las personas que han estado en situaciones extremas, relacionadas con la salud o la libertad, adquieren una conciencia profunda sobre el valor de las cosas. Comprenden lo inútil y pasajero de tantas cosas por la cuales lucha la gente y aprenden a tomar conciencia y a valorar y disfrutar de tantas cosas maravillosas, como es el hecho de vivir, de respirar, de ver, de compartir, de amar y ser amado.

Hace poco me impresionó un programa de televisión. En el reportaje presentaron varias entrevistas realizadas a enfermos terminales. Ninguno se lamentaba de no haber sido rico, poderoso o famoso; sin embargo, todos se lamentaban de no haber sido mejor persona, de no haber ayudado más y de no haber amado más. Tal vez aquí está el secreto de la felicidad.


En la felicidad existe un componente emocional muy alto, sobre todo, en el caso de los niños y de las mujeres. Para las mujeres, la felicidad está más en la autoestima y en la experiencia de sentirse amadas; mientras que, para los hombres, el éxito y la superación son componentes muy importantes de la felicidad.


En definitiva, la felicidad es una consecuencia del desarrollo humano equilibrado y de un éxito real

Según la Ley de Correspondencia, cada persona tiene lo que merece. La vida es como un espejo, nos devuelve nuestra propia imagen. Lo que nos sucede es el reflejo de lo que pensamos y de lo que hacemos. Revisa tu programación mental.


Los valores más importantes de la evolución son el desarrollo de la inteligencia, de la conciencia, y la libertad (interna y externa); por tanto, de ellas deriva fundamentalmente la felicidad.


La felicidad depende más de la actitud mental que de la realidad. Está muy ligada a una actitud optimista; mientras que, la infelicidad está ligada a una actitud pesimista. Si en una misma realidad unas personas son felices y otras no; debemos concluir que la felicidad no está en ninguna parte, está en uno mismo y depende de la actitud personal.


Todo ser humano tiene el deber de lograr la felicidad, lo cual implica desarrollarse como persona. "He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz" José Luis Borges

 

¿Por qué resulta tan difícil ser feliz?


Los padres y la escuela programan para la competencia y para el logro de cosas impuestas por la sociedad, en vez de programar para el desarrollo y para la libertad. Son dos formas muy distintas de enfocar la vida; la primera conduce a la frustración, mientas que, la segunda conduce al éxito y a la felicidad.


La angustia y el estrés se están apoderando de las persona, de la familia y de la sociedad entera. Son un S. O. S. de la naturaleza que se siente amenazada y pide rectificación; pero la sociedad, ciega y sorda, no entiende el mensaje.


El ser humano es racional, por lo cual, está obligado a buscar la verdad; especialmente aquella verdad que necesita para alcanzar el éxito y la felicidad, pero, ¿Cómo encontrarla?


En realidad es fácil encontrar la verdad; el problema surge porque la verdad aparenta ser muy exigente y la gente prefiere la comodidad a la cual se ha habituado; sin embargo, la verdad sólo exige un cambio de programación mental. Una vez implantada la nueva programación se desencadena el proceso mental que conduce al éxito y a la felicidad.


La vida es un camino que todos debemos andar; la diferencia está en que, unos lo hacen obligados, sin motivación, sin ilusión, sin proyecto y con pocos beneficios, mientras que, otros lo hacen con paso de vencedores.


¿Qué hacer para ser feliz?


Cuando el filósofo Sócrates preguntó al Oráculo de Delfos por el principio de la sabiduría, éste le respondió: “Conócete a ti mismo”
Quien desea ser feliz debe comenzar por conocerse, por ser honesto y por ser fiel a la propia conciencia, pues, no se puede construir el éxito y menos aún la felicidad sobre la ignorancia y la mentira.

Es bueno recordar los momentos felices vividos en el pasado, sobre todo, en la infancia y en la juventud. "Sin los sueños y buenos recuerdos de la infancia, qué difícil resulta la vejez"


La felicidad está asociada con la salud física y mental, supone:
. Ausencia de temor, de angustia y de estrés.
. Ausencia de odio, de ira, de mentira y de envidia.
. Desarrollo del amor, de la comprensión, de la tolerancia y del perdón.
. Autoestima y una buena relación con las personas.
. Paz en la conciencia y una buena relación con Dios.
. Capacidad para resolver las dificultades y mantener cierta calidad de vida.

 

La felicidad supone cierta calidad de vida pero, sobre todo,
supone cierta calidad de persona.


Los psicólogos, Ed Diener de la Universidad de Illinois y Martin Seligman de la Universidad de Pennsylvania, en un estudio identificaron a 22 alumnos universitarios que figuraban entre el 10% más alto en una tabla de niveles de felicidad.


Los estudiantes más felices, según el estudio, diferían marcadamente de los otros grupos. Eran más sociales, pasaban menos tiempo solos y tenían relaciones sólidas con amigos, familiares y parejas. Eran más extrovertidos, más agradables y menos neuróticos que sus compañeros infelices o medianamente felices.


Los estudiantes más felices no hacían más ejercicio, ni dormían más, ni asistían a servicios religiosos con mayor frecuencia que sus compañeros menos felices, pero sí recordaban más momentos buenos que malos y tenían a diario muchas más emociones positivas que negativas.


El doctor Diener dijo que, si bien los vínculos sociales fuertes parecían necesarios para la felicidad, no eran en sí, una garantía de felicidad. Algunos miembros del grupo de los muy infelices también tenían relaciones sólidas y una socialización frecuente, sin embargo, eran infelices.


Entonces, ¿Dónde está la clave de la felicidad?


Para que nadie se engañe, creyendo que la felicidad consiste en estar siempre eufórico, los psicólogos observaron que hasta los alumnos más felices tenían sus días malos.


La felicidad es esa sensación interna descrita por Maslow, quién después de analizar las experiencias cumbres de más de cien personas, encontró que, las personas se sentían plenas de alguna de las siguientes características: verdad, paz, armonía, alegría, bondad, libertad, autosuficiencia , etc


"La verdadera sabiduría consiste en poder ser felices en el mundo tal como es, sin pretender acomodarlo como a nosotros nos gustaría que fuera.


Tu paz interior y tu felicidad dependen de aceptar que no puedes elegir lo que crees que debería ser, pero que sí puedes escoger como quieres ver lo que ya tienes"

La felicidad está en tus manos.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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