Editoriales

Editorial 11


Cuál es tu Misión en la vida


La palabra misión significa enviar. Cada ser humano es enviado a la vida para cumplir una misión y por tanto, trae consigo las cualidades necesarias para llevar a feliz término su misión. La principal misión de todo ser humano es el desarrollo de sí mismo.

Muchas personas no cumplen con su misión, por eso existen tantas vidas vacías. Esta realidad nos perjudica a todos porque formamos parte de un mundo globalizado.
Cada persona necesita descubrir su vocación para así poder hacer lo que ama. Cuando alguien hace lo que ama pone en ello su mente y su corazón, de modo que lo hace bien y la calidad de su trabajo es el mejor camino para el desarrollo de sí mismo y de la sociedad.

Quienes no encuentran su vocación o no tienen la posibilidad de hacer lo que les gusta, deben aprender a amar lo que hacen, porque de lo contrario, el trabajo, en vez de ser una ocasión para crecer, se convertirá en cadena para su cuerpo y para su espíritu.


Lo más importante de la misión no es lo grande o importante de lo que haces sino el amor que pones en ello.


Tan importante es la labor del médico que cura las enfermedades como la del barrendero que las evita.


Tan importante es la raíz del árbol que lo sostiene y alimenta como las flores y los frutos.


Muchos conciben la misión como actividad orientada a la producción de cosas, de ideas y de soluciones; esto es cierto en parte, pero la verdadera misión consiste en el desarrollo de sí mismo, porque más que cambiar el mundo por fuera se trata de cambiarlo por dentro.

La actividad que desempeñas es menos importante que la forma en que la realizas. Dios pudo haber hecho el mundo perfecto de una vez, pero dejó al hombre la oportunidad de continuar la obra, con la esperanza de que al realizarla con amor, el hombre se sintiera protagonista.


Aunque es importante la misión orientada al progreso, pues sin progreso no hay desarrollo; la verdadera evolución de la humanidad viene de dentro, del desarrollo de la inteligencia, de la conciencia y de la libertad. Esta es la misión más importante que hace posible un mundo más justo y más feliz.


El mundo progresa de forma impresionante, pero el progreso cientifico y economico sirve de poco si no se traduce en desarrollo humano; es decir, en inteligencia, conciencia y libertad.


De niño, no entendía qué aportaban al mundo las monjas de clausura, los monjes budistas y tantas otras personas dedicadas a la oración y a la contemplación; como tampoco habría podido entender la "inútil" misión del farolero en el cuento del Principito; pero el Principito, que era sabio, sí la entendió. Para él, "El farolero era menos absurdo que el comerciante, que el bebedor, que el administrador y que el pescador de perlas, porque se ocupaba de otras cosas y no de sí mismo".

 

La misión de cada ser humano es muy simple: Hacer bien lo que puede hacer, de modo que, nadie tiene excusas para dejar de cumplir con su misión.

 

No te compliques la vida, no la conviertas en un rompecabezas, no pretendas ser un salvador; cada persona debe salvarse a sí misma, tú sólo puedes ser el testimonio vivo de que es posible salvarse a través del desarrollo.
Simplifica, busca la verdad de las cosas y actúa con honestidad; no ambiciones las glorias humanas que pasan y sólo dejan frustración; y escucha la voz de la vida que te invita a vivir y a ser feliz
Busca una misión en la que seas lo más independiente posible, para que estés protegido de la envidia y de la competencia; para que dependas más de tus decisiones que de los condicionantes externos.

 

Tú, al igual que todas las personas, has recibido muchas semillas: ideas, amor, fe, ilusión, valores, etc. La finalidad no es que las guardes sino que las obsequies a los demás y a su vez, ellos las obsequien a otras personas para que se multipliquen. De este modo, la vida será una siembra y una cosecha permanente de amor, de progreso y de felicidad...

 

Observa a los grandes triunfadores. Triunfan porque tienen una visión y una misión que les proporciona inteligencia y voluntad.
¿Cuál es tu misión? ¿Crees que estás haciendo bien las cosas?
¿Estás satisfecho de lo que aportas a la humanidad?
Si hoy fuera el último día de tu vida ¿Qué desearías haber hecho por tu familia y por la humanidad? ¿Por qué no comienzas a hacerlo?

 

Hace muchos años ley una frase que me hizo reflexionar y que ha influido mucho en mi vida personal y profesional.
Decía: "Al final de tu camino, lo que diste, eso tendrás"

Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus